A través de esta forma de cooperación con comunidades de países del sur o tercer mundo, las organizaciones de la coordinadora estatal de comercio justo establecen relaciones comerciales directas con pequeños productores en términos beneficiosos para éstos, campesinos, artesanos, …, que padecen graves desventajas económicas, marginación, discriminación social o difícil acceso al mercado. Así: «Por ejemplo, el pago por anticipado en la compra de los productos, o de un precio más alto en relación a los precios en el mercado internacional, procurando que las relaciones sean estables y duraderas para facilitar su autoplanificación económica, …». A la vez, se realizan programas de asistencia a productores y una labor intensa de sensibilización e información al consumidor.
Se comercializan productos de cualquier comunidad de pequeños productores del sur que cumpla y reúna ciertos criterios reconocidos como comercio justo: condiciones democráticas de trabajo (generalmente, cooperativas como forma ideal de producción), que no exista discriminación por sexo y edad, que el trabajo se desarrolle en condiciones dignas para las personas, que no exista explotación infantil, que la producción sea respetuosa con el medio ambiente, que los beneficios, o parte de ellos, reviertan en toda la comunidad, no en individuos, creando infraestructuras, educación, asistencia sanitaria, …
En relación al trabajo infantil, para delimitarlo y diferenciarlo de la explotación infantil, Manuel Viedma precisa que: «Es lamentable la utilización de mano de obra infantil, con 12-14 horas en el puesto de trabajo de un adulto y con tan sólo una parte de su remuneración, pero la realidad de muchas comunidades es tan precaria que su ayuda es imprescindible para mantener el hogar, incluso les va a permitir la asistencia a la escuela, les va a garantizar la escolarización».
Los productos comercializados por comercio justo, procedentes de América, África y Asia, pertenecen a tres sectores, muy fragmentados y con múltiples productos por su enorme riqueza:
– 1) artesanía, en madera, bisutería, decoración, muebles, vídrio, …
– 2) textil (donde, en 1998, se desarrolló la campaña «Hecho con dignidad», sobre el trabajo infantil, denunciando su explotación en el sector).
3) alimentación, que supone en torno a un 50% del total, con una tendencia que apuesta por la calidad, y que se manifiesta «Tanto en los productores como en el mercado del comercio justo, por el paso a la producción biológica, lo que influye en el coste de los productos, que el consumidor no siempre entiende».
Son productos de alimentación, entre otros, múltiples variedades de té, chocolate, azúcar, café, snacks y aperitivos dulces y salados, barritas energéticas, frutos secos y crema de cacahuetes, tahini, anacardos, …
Nacimiento y estructura de Comercio Justo
Nace el comercio justo en Holanda y países centroeuropeos, en torno a 1964, tras la independencia de las colonias europeas al comprobarse que proseguían así y todo unas relaciones comerciales desiguales para los productores.
En el estado español comienza en 1989 por obra y gracia de: «Cuatro locos, pioneros, en diferentes puntos, País Vasco, Andalucía, Cataluña, …, que ponen en marcha una infraestructura de importación y distribución de comercio justo», frente a la realidad europea, donde surge como respuesta a una demanda de los consumidores.
Sobre cómo se estructura el comercio justo, en primer lugar están los productores en los países del sur: «Autosuficientes, que se autogestionen con la menor ingerencia externa posible».
Por otra parte, y en un segundo nivel, se encuentran las organizaciones importadoras y distribuidoras.
Las más importantes en el estado son Intermón, Alternativa 3, Mercadeco, Equimercado, Sodepaz, e Ideas.
A nivel europeo está EFTA (European Fair Trade Association, asociación europea de comercio justo) como agrupación de importadoras solidarias europeas, en la que están Intermón e Ideas.
Y, en tercer lugar: «Las tiendas de comercio justo, unas 50 en el estado, que venden exclusivamente productos de comercio justo de los 3 sectores», además de otros establecimientos, herbolarios y ecotiendas entre ellos, que incluyen en su oferta y estantes productos de comercio justo.
El año pasado (1998) las cifras de comercio justo en el estado español fueron de unos 800 millones de ptas., ínfimas en relación a las de Alemania, Holanda o Gran Bretaña.
Sellos de garantía
Sobre los sellos de garantía del comercio justo («Garantía de que realmente esos productos lo sean, puesto que son organizaciones independientes de la distribución y el reparto»), las organizaciones que promueven estos sellos chequean las condiciones en que se trabaja e identifican las comunidades productoras, operan a nivel internacional a modo de auditoría que verifica el cumplimiento de los criterios de comercio justo.
El responsable de alimentación de Ideas se refiere al proyecto de Directiva Comunitaria, a debatir en el Parlamento europeo, que supondrá un cambio en la legislación referente al control del cultivo orgánico en países terceros. Hasta ahora se aceptaba el control interno por los productores, por organizaciones productoras, como válido, y la organización europea que acredita el sello biológico toma muestras aleatorias de ese producto. Con el proyecto se quiere que el control de esas muestras (análisis y visitas de campo in situ) alcance como mínimo un 10% de las explotaciones agrícolas: se anula el control interno por la propia organización productora, y sólo queda como válido el control externo. Ese proyecto de directiva europea: «Puede afectar a la certificación orgánica. Como el productor costearía el chequeo de ese 10%, el trabajo del técnico que verificaría la realidad de ese producto biológico, en la práctica podría suponer una total inviabilidad para las cooperativas del sur».
Y como la caridad bien entendida comienza por uno mismo, Manuel Viedma finaliza haciendo referencia al: «Compromiso, dentro del estado español, de identificación de comunidades y colectivos desfavorecidos, para la comercialización de sus productos: en breve, este otoño, saldrá una línea de productos mediterráneos, mermeladas, salsa de tomate, aceite de oliva, …, que «Ideas» va a comercializar».
(artículo publicado en Espacio Humano nº 25, noviembre de 1999)