Este martes (24), el Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural [[Quienes somos
El Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2011 ha sido preparado por un extenso equipo de investigadores y colaboradores coordinados por María Ignacia Fernández y Jorge Rodríguez. La coordinación contó con el apoyo de Francisca Meynard, Daniela Miranda, Andrea Palma, Ruth Saieh y Daniela Sugg.
El trabajo fue conducido por la dirección de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
Para la sección de los indicadores, que conforman cada una de las dimensiones analizadas en la primera parte del informe, se contó con la importante asesoría de Catalina Céspedes (Seguridad Ciudadana), José Luis Contreras (Dinamismo Económico y Empleo), Ricardo Cuenca (Educación), Javier Escobal (Salud) y Félix Modrego (Ingresos).
El levantamiento de los indicadores lo realizó un equipo coordinado por Jorge Rodríguez, que incluyó a investigadores que trabajaron en los 10 países. Ellos son: Jesse Atkinson (Guatemala); Oscar Cabrera (El Salvador); Carlos Chiapa (México); Carlos de los Ríos (Perú); Arilson Favareto (Brasil); Ligia Gómez (Nicaragua); Leonith Hinojosa (Bolivia); Benjamín Jara (Chile), Mariana Ríos (Colombia) y Sara Wong (Ecuador). Susana Herrera (Chile) es responsable de la elaboración de los mapas territoriales.
La segunda parte se basa en trabajos preparados especialmente para el Informe, a cargo de Luis Bertoglia, Dagmar Raczynski y Consuelo Valderrama (educación en Chile), John Scott (desarrollo rural en México), Juan Ponce (Bono de Desarrollo Humano en Ecuador) y Neida Colmenares (Economía Solidaria en las provincias del Sur de Santander en Colombia).
Realizaron valiosas sugerencias y contribuciones para este informe Danae Mlynarz (Chile); Santiago Perry y Álvaro Montes (Corporación PBA, Colombia); José Sialer (Proyecto Sierra Sur, Perú); Jimena Arias (CEPAL, Chile); Pedro Güell y Pablo González (PNUD, Chile); Julio Berdegué, Félix Modrego y Claudia Serrano, todos de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, quienes aportaron ideas, sugerencias y comentarios a lo largo de todo el proceso. Agradecemos muy especialmente a Josefina Stubbs y Tomás Rosada (FIDA, Roma) por su permanente dedicación y apoyo a esta iniciativa.
También aportó con su trabajo el equipo de comunicaciones de Rimisp, compuesto por Mónica Maureira y Diego Reinoso, el cual contó con la asesoría de Factor Estratégico, particularmente de Paula Trivelli, Rodolfo Guajardo y Susana Huenul.
Informe Latinoamericano.]]– lanzó en México el Informe Latinoamericano Pobreza y Desigualdad 2011. La divulgación del informe tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y contó con la participación de representantes del Gobierno, empresarios, académicos e investigadores de dentro y fuera del país, además de líderes sociales. El informe también será lanzado en Chile, Ecuador y Guatemala.
Las investigaciones no compararon datos en cada país, sino que buscaron mostrar en qué áreas cada Estado necesita más atención [[Indicadores sectoriales
El Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad ha significado un esfuerzo importante por recopilar información que dé cuenta de las desigualdades territoriales presentes en diez países: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Perú. Las brechas se identificaron en en seis dimensiones socioeconómicas diferentes: salud, educación, dinamismo económico y empleo, ingresos y pobreza, seguridad ciudadana, y género.
En cada una de las seis dimensiones se recolectó información para construir una serie de indicadores, en su gran mayoría de resultados, tomando en cuenta de manera complementaria algunos asociados a oferta pública. Los indicadores fueron seleccionados considerando que midieran aspectos relevantes de la respectiva dimensión, que pudieran ser construidos con un nivel de desagregación territorial sub-nacional dentro de cada país y que la información para construirlos estuviese disponible en fuentes secundarias validadas dentro de cada nación.
Dado que no fue posible incorporar en el libro toda la información recolectada, aquí usted encontrará toda la información cuantitativa acumulada.
Acá, es posible:
Generar gráficos para cada uno de los indicadores en cada país.
Descargar la base de datos completa.]]. En entrevista con Adital, Ignacia Fernández, investigadora del Rimisp especializada en políticas públicas, política social, descentralización y ciudadanía, aclaró que durante las investigaciones fue posible detectar las áreas sociales más vulneradas.
«En el sector rural, las principales necesidades son en los ámbitos de salud, educación y empleo en otras áreas que no son la agrícola. Hoy la población continúa teniendo dificultad para encontrar vacantes en otro sector. En el área urbana también existen problemas importantes, pero son otros, como delincuencia, inseguridad, violencia y desigualdad”, aclara.
El informe también deja en claro que en varias regiones la aplicación de políticas públicas, lejos de resolver los problemas locales, está, en realidad, acentuando las desigualdades.
«En el informe hay tres casos de estas políticas. Uno se refiere a la política educacional en Chile, donde falta acceso a las capas más pobres en relación con los sectores medios y altos. Está también el caso del programa Bono de Desarrollo Humano en Ecuador y los programas de desarrollo rural en México” [[Territorios rurales concentran el 60% de la pobreza extrema en México
Así lo demuestra estudio elaborado por Rimisp–Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural que, con datos y análisis de expertos, evidencia las enormes inequidades territoriales en materia de pobreza y desigualdad (…).
Análisis de las cifras muestran que las políticas públicas aplicadas en los últimos 20 años han aumentado la pobreza y la desigualdad en el mundo rural de México. Por ejemplo, en Educación, la Tasa de Analfabetismo rural es de 15.6%, mientras que a nivel urbano es de solo 4.3%.
Informe Latinoamericano.]], ejemplifica Ignacia, aclarando que una política puede ser benéfica para una región y al mismo tiempo ser indiferente para otra y negativa para una tercera.
Mostrando casos de territorios exitosos, el informe señala experiencias en las que algunas regiones consiguieron, desde adentro, con el apoyo y trabajo de la población del lugar, llegar al desarrollo con crecimiento económico e inclusión social, como ocurrió con Sierra Sur, Perú y Santander, Colombia. Para Ignacia éstos son ejemplos de que, a pesar de las desigualdades considerables, hay condiciones para revertir los problemas recurrentes en los territorios.
El Informe Latinoamericano Pobreza y Desigualdad fue una iniciativa del Programa Dinámicas Territoriales Rurales y del Proyecto Conocimiento y Cambio con Pobreza Rural y Desarrollo, ambos del Rimisp, con la intención de incentivar el debate sobre los principales problemas que afectan a los países de América Latina y les impide crecer reduciendo la pobreza y la desigualdad.
Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, México y Perú fueron analizados cualitativa y cuantitativamente por investigadores que se detuvieron en las dimensiones económicas y sociales que son determinantes para el mantenimiento de las desigualdades territoriales [[Desigualdad territorial, una arista poco abordada del debate sobre la pobreza
Por M. Ignacia Fernández
Los estudios realizados durante los últimos tres años por Rimisp en 11 países latinoamericanos indican que las desigualdades territoriales, especialmente cuando tienen la magnitud que hemos visto en la región, sí son un problema y un obstáculo al desarrollo
La desigualdad es un tema clave de la agenda contemporánea de América Latina, que exhibe el título de ser la región más inequitativa del mundo, incluso por sobre regiones que presentan niveles de pobreza más dramáticos, como África y parte del Asia.
Últimamente, en el contexto general de la preocupación por la superación de la pobreza y por la inclusión social, parte del debate se ha trasladado desde la pregunta por las causas y alternativas de solución a los problemas de pobreza, hacia el análisis de las causas y efectos de la desigualdad en las posibilidades de desarrollo de los países. Y en el marco de esta discusión, la desigualdad territorial, que impacta con especial fuerza a los sectores rurales de la región, es una de las aristas menos abordadas del problema.
Los estudios realizados durante los últimos tres años por Rimisp en 11 países latinoamericanos indican que las desigualdades territoriales, especialmente cuando tienen la magnitud que hemos visto en la región, sí son un problema y un obstáculo al desarrollo. Comprender y enfrentar las brechas territoriales no solo es bueno para los territorios donde las relaciones hoy en día no son las que deseamos, sino también para los países en su conjunto: hay abundante evidencia que indica que estas relaciones desiguales tienen un importante costo país. Por ello, no basta con mirar en forma agregada o en promedio cuánto crece o disminuye la pobreza de un país, sino cómo esos resultados se distribuyen entre los territorios.
Tres aspectos resultan especialmente preocupantes
En primer lugar, la existencia de mecanismos que se refuerzan mutuamente, generando verdaderas trampas espacialmente localizadas de pobreza, de desigualdad y de ineficiencia económica. Estas se observan en el análisis realizado por Rimisp en el marco del programa DTR, que muestra que solo cerca de un 10% de la población de los países estudiados vive en 1.260 municipios que han experimentado cambios positivos en ingreso o consumo per cápita, incidencia de pobreza y distribución del ingreso. Y mientras que las dinámicas de crecimiento con reducción de pobreza están presentes en el 32% de los municipios, donde vive el 24% de la población, las dinámicas de crecimiento con reducción de la desigualdad son mucho menos frecuentes (13% de los municipios donde vive el 10% de la población). Claramente, el desafío de la equidad en la distribución del ingreso es mucho más complejo que el de la reducción de la pobreza.
En segundo lugar están los costos de aglomeración, que impactan la calidad de vida de quienes habitan en ciudades densamente pobladas o en zonas que atraen población por efecto del desarrollo de una actividad económica rentable. Como señalara The Economist en un artículo sobre los límites que imponen las grandes ciudades a la productividad en América Latina (13 de agosto de 2011), la congestión, la escasez de vivienda, la contaminación y la falta de planificación urbana que caracteriza a las grandes ciudades latinoamericanas, amenaza con arrastrar hacia abajo las economías nacionales. Y, en tercer lugar, se destaca la existencia de numerosas políticas de corrección de los desequilibrios regionales mal diseñadas y mal implementadas. El Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2011, que lanzará Rimisp en abril de este año, muestra que las políticas sectoriales no son neutras ante la desigualdad territorial, pues una misma política puede contribuir al desarrollo de un territorio, no tener mucho impacto en otros y afectar negativamente a un tercero. A esto se suman las desiguales capacidades institucionales y sociales al interior de los propios territorios, de lo que se desprende la necesidad de fortalecer capacidades en los más rezagados.
El gobierno central tiene mucho que decir en la construcción de un desarrollo territorial equitativo, pero también los actores del territorio deben desempeñar un papel clave. Es necesario contar con una masa crítica regional, capaz de vincularse entre sí de modo proactivo y de modificar sus relaciones con actores externos, y de levantar proyectos y visiones compartidas, de modo de incidir en las orientaciones del desarrollo. En esta línea van las reflexiones del mencionado Informe, que abordará en detalle estos temas junto con entregar evidencias inéditas sobre la desigualdad territorial en la región.
– Columna de opinión publicada en el undécimo número de Revista Equitierra.]] en cada país. El informe también enfocó las implicaciones de esas desigualdades para las políticas públicas y su relación con las capacidades institucionales de cada país estudiado.
El informe está dividido en dos partes. En la primera, se ofrecen datos sobre desigualdades territoriales en educación, salud, dinamismo económico y empleo, ingreso y pobreza, seguridad ciudadana y género. La segunda estudia las desigualdades en relación con el papel que las políticas territoriales desempeñan en cada parte del país. Esta mitad del informe también analiza las capacidades de los gobiernos para gerenciar los territorios y presenta casos exitosos de desarrollo territorial.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]
(25 de abril de 2012)
(Actualización: 26 de abril de 2012)