Este artículo se ha dividido, además, en: Soja proteína vegetal y Fitoestrógenos e isoflavonas de soja.
La lecitina de soja es un complejo natural de fosfolípidos, uno de los grupos de sustancias orgánicas naturales con más incidencia fisiológica y metabólica, presentes en las semillas de soja y en numerosas estructuras biológicas del organismo humano (membranas celulares, cerebro, sistema nervioso, células en proceso de desarrollo o reproducción, espermatozoides, …).
La lecitina se obtiene a partir del aceite extraído de los granos de soja, planta leguminosa originaria de Oriente aunque en la actualidad se cultiva extensamente en
Europa y América.
La lecitina no es una vitamina pero, en afirmación de Iona Purtí , «contiene componentes a los que puede atribuirse una especie de efecto vitamina. Estos elementos son los ácidos esenciales».
Los ácidos grasos esenciales de la lecitina facilitan la solubilización y el transporte del colesterol, la fosfatidilcolina reduce la absorción intestinal y estimula la capacidad del organismo para eliminarlo. Parece tener, además, una acción selectiva sobre las lipoproteínas que transportan el colesterol en la sangre: reduce los niveles altos de las lipoproteínas LDL a la vez que eleva el nivel de las lipoproteínas HDL, que propician la eliminación del exceso de colesterol celular.
Además de esta función básica, son reseñables otras propiedades de la lecitina de soja. Facilita una digestión de las grasas más rápida y completa, así como su absorción intestinal. Al emulsionarlas, favorece la movilización de los depósitos de grasa acumulados en los tejidos. Ayuda también a la digestión y absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y de los lípidos. Contribuye a la salud y belleza de la piel, por mantenerla elástica e hidratada.
La lecitina mantiene la buena transmisión de los impulsos nerviosos, por lo que se valora como reconstituyente para el sistema nervioso, y para ayudar a mejorar la memoria y el rendimiento intelectual. La fosfatidilcolina de la lecitina, importante en la formación y mantenimiento de neurotransmisores cerebrales entre las neuronas, ejerce una importante acción sobre cada una de las etapas de la memoria y la actividad mental. Proporciona fósforo orgánico de un modo natural y en una forma directamente asimilable, lo que asimismo facilita el trabajo intelectual.
Los fosfolípidos de la lecitina protegen la membrana de las células hepáticas, previenen la acumulación de grasa en el hígado y le resguardan de trastornos relacionados con abusos (de bebidas alcohólicas, tabaco, grasas, fármacos).
Los minerales altamente biodisponibles presentes en la lecitina (calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, y trazas de selenio, zinc, estroncio y cobre) hacen recomendable su utilización alimenticia y complementaria en la prevención de accidentes vasculares y reducción del riesgo de formación de trombos.
La vitamina E que la lecitina de soja contiene, le confiere propiedades antioxidantes, que protege tanto a los ácidos grasos poliinsaturados, al evitar su oxidación y la producción de radicales libres, como en general a las células del organismo. Por estimular la división celular de los tejidos, se atribuye a la lecitina de soja, por último, la renovación de los tejidos y la regeneración de las células.
Para resumir, las propiedades de la lecitina de soja hacen apropiado su uso en regímenes de adelgazamiento ya que ayuda a movilizar los depósitos de grasas en el organismo, para facilitar la digestión ya que acelera y mejora la absorción intestinal, para proteger el hígado, disminuir el nivel de colesterol y facilitar la circulación sanguínea, mejorar el rendimiento intelectual y la capacidad de memoria.
La lecitina de soja se emplea también como aditivo en la elaboración de mahonesa, chocolates y bollería. La industria alimentaria aprovecha las numerosas propiedades de la lecitina, entre ellas la de reducir o evitar la alteración de las grasas por ser un excelente antioxidante natural y un emulsionante que mejora la digestibilidad de la grasa y refuerza el sabor. En la industria cosmética la lecitina se utiliza también como sustancia emulsionante y antioxidante, y para aumentar la estabilidad del cosmético, humidificarle y asegurar la repartición homogénea de las grasas.
A destacar, entre la documentación utilizada, la siguiente:
– «El valor de una vida macrobiótica», Barcelona, 1985.
– «La gran guía de la composición de los alimentos», Equipo de Alimentación de la Universidad J. Liebig, Giessen (Alemania), Oasis/Integral, Barcelona, 1996.
– «El pequeño Doctor», Alfred Vogel, Ars Medica, Barcelona, 1997.
– «Guía de la alimentación natural», Equipo de la revista Cuerpomente, Barcelona, 1997.
– «Guía de los nuevos alimentos», Jana Cisquella, Tikal Ediciones, Girona, 1998.
– «Guía de los suplementos dietéticos», Iona Purtí, Integral, Barcelona, 1998.
– «Balance hormonal en la mujer», seminario de formación a cargo de Mikel García Iturrioz, Madrid,
octubre de 1999.
(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 88, diciembre de 1999)