Aunque con la citada dieta, rica en agua y fibra, es difícil la aparición y persistencia del estreñimiento, con todo, si se presenta, se puede recurrir a comprimidos de salvado o fibra así como a la ingestión de zaragatona, semillas de lino y carbonato de magnesio. Contra la diarrea, extracto de salicaria, orégano y roble, arcilla ingerida y cacao de bellota, si bien más vale prevenir las diversas irregularidades digestivas mediante comprimidos de levadura de cerveza, germen de trigo y cereales integrales; además, bueno será regenerar la destrucción de flora intestinal aportando ácido láctico, flora bacteriana y/o enzimas digestivas. Los extractos de diente de león y manzanilla ayudan en el dolor de estómago y náuseas. Ante comidas copiosas o resaca, cardo mariano en cápsulas y extracto de diente de león para ayudar a restablecer el equilibrio.
Para hacer frente a dolor de cabeza y migrañas se puede recurrir al partenio y aceite esencial de lavanda en usos tópico e interno. Si en los viajes hay mareos, se puede chupar una corteza de limón o un trozo de raíz de jengibre; para prevenirlos, alguna infusión digestiva (manzanilla, menta). En caso de estrés e insomnio, valeriana, pasiflora, tila y espino blanco, en comprimidos, cápsulas o infusiones. Si surgen resfriados, infecciones, faringitis, …, extracto de equinácea, cápsulas de ajo y aceite esencial y jarabe de tomillo si hay tos. Además, para vigorizar, podemos recurrir a ginseng, eleuterococo o romero, sin olvidar un desayuno que incluya una cucharada de lecitina de soja, una de polen y otra de levadura de cerveza.
Para cuidar la piel, además de la importancia de una dieta equilibrada, después de limpiarla, hidratarla y nutrirla, estará mejor acondicionada para el bronceado. Es necesario beber mucha agua y zumos ricos en vitaminas A y E que ayudan a estimular el metabolismo celular de la piel. Una buena crema a base de aceites o plantas hidratantes (borraja, germen de trigo, almendra, manzanilla, …) puede ayudar a cubrir las necesidades suplementarias de agua en la piel para tomar el sol con menor riesgo y evitar la sequedad y las arrugas. También es importante que el gel de baño no irrite la piel, así como la utilización en el baño de aceites esenciales o extractos de manzanilla (cicatrizante y suavizante), melisa (desinfectante), salvia (tónico circulatorio y sudorífica).
Si, con todo, se producen quemaduras y rasguños a consecuencia del sol, la crema de caléndula reúne una serie de características (propiedades cicatrizantes, analgésica y antiinflamatoria) que la hacen especialmente indicada. También ayudan aloe vera, la manzanilla con caléndula, en infusión, tanto en el baño como aplicadas en compresa fría sobre la zona afectada, al igual que las cataplasmas de arcilla. En otras quemaduras y en caso de picaduras de insectos, son recursos útiles el aceite esencial de lavanda, las compresas de arcilla y el jugo de perejil y miel.
Varios productos naturales ayudan en la mejora de cortes y rasguños: equinácea, aceite del árbol del té por su potencial bactericida y antiséptico, si la herida está abierta mezclado con aloe vera que templa y potencia su efecto; también caléndula en infusión y en crema sobre la herida después de secarla o aceite de hipérico aplicado dos o tres veces al día sobre la zona dolorida.
Si se producen una torcedura de tobillo, morados y golpes, aplicación externa de árnica. Los esguinces son más llevaderos aplicando en uso externo ungüentos que contengan sauce, harpagofito, romero… o también hiperico mezclado con lavanda, mejorana y manzanilla aplicados directamente. Utilizar un gel a base de plantas que favorecen la circulación sanguínea (ginkgo biloba, castaño de indias, …) contribuye a eliminar las molestias de pies cansados. Puede aplicarse crema de propóleo frente a grietas y durezas en los pies. La micosis, pie de atleta, puede contrarrestarse mediante baños de los pies en agua con aceites esenciales de tomillo, salvia, romero, … , mezclados en aceite de oliva para friccionar con frecuencia con esa mezcla las zonas directamente afectadas; también son útiles própolis e infusión de lúpulo.
Para terminar, si por diversos motivos se irritan los ojos, compresas frías empapadas en infusión de eufrasia y malva calman y suavizan los síntomas de irritación. En caso de conjuntivitis leve, puede aplicarse colirio de hamamelis o agua hervida con aceites esenciales de espliego y limón, para de este modo ayudar a pasar las mejores vacaciones posibles.
(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 73, julio-agosto de 1998)