Se recomienda también leer el artículo Aceites esenciales.
Laura Romera: «Bactericida, fungicida y antiviral de amplio espectro, el aceite del árbol del té estimula el sistema inmunitario y el funcionamiento de las glándulas, del timo», por lo que puede ayudar en casos de depresión así como a los niños deficientes físicamente.
Como no daña la piel puede aplicarse puro en muñecas y ganglios, también puede difundirse atmosféricamente: «Con rosa mosqueta si hay deficiencias en la piel».
Es descongestionante venoso en afecciones con calor, catarro y bajada de defensas por el calor.
Favorece mentalmente en situación de depresión o de agotamiento, antes de unos exámenes u oposiciones, a personas mayores o con cansancio excesivo, aplicado mediante: «Loción corporal con una base de aceite vegetal de almendras y árbol del té diluído».
Para la piel, pié de atleta y hongos en los dedos de los piés puede aplicarse puro tras limpiar la zona, también en el calzado y a modo de lejía como desinfectante para lavar los calcetines de la persona afectada.
Para las manchas, que pueden ser congénitas, solares o hepáticas, Romera Figueroa recomienda árbol del té y semillas de zanahoria para las solares y esencia de limón y semillas de zanahoria para las hepáticas.
Para pústulas del acné y verrugas, árbol del té o esencia de limón en forma de loción corporal o preparado facial: «Para verrugas en la palma de la mano, que casi se desprenden, aplicar una gota de árbol del té, o de limón, una vez al día, es muy fuerte porque cura y cuesta poder resistirlo».
(publicado en Conocer Arganzuela 139, julio/agosto de 2004)