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Gisbert i Llambrich afirma que el aceite esencial de clavo es antiséptico, antineurálgico, anestésico, vermífugo, carminativo y aromatizante.
En vía externa indicado en caries y odontalgias, en forma de gárgaras para alteraciones de la garganta, también en sinusitis y sarna, en friegas con aceite de almendra y aceite esencial de clavo.
En caso de bronquitis, frotar la caja torácica con esencia de clavo diluído en aceite de oliva.
Sanz Bascuñana agrega que es cauterizante cutáneo, indicado en uso externo zonal para esclerosis en placas, parasitosis cutáneas y acné infectado.
Wanda Sellar desaconseja aplicarlo en masaje pues puede producir irritación en la piel, y subraya el efecto localizado y la eficacia de sus propiedades analgésicas en dolor de muelas, reumatismo, artritis, llagas de la boca y jaquecas debidas a la tensión, así como su condición de excelente bactericida: «Vaporizado con frecuencia durante el invierno estimulará la resistencia a los gérmenes. Y mezclado con naranja y limón, repele a los insectos».
Documentación utilizada:
– Aromaterapia, esencias naturales para la salud y la belleza, Dr. Josep Maria Gisbert i Llambrich, Fundación para la Investigación y el Desarrollo de las Ciencias Biológicas, Barcelona, 1993.
– Plantas medicinales y aromáticas. Estudio, cultivo y procesado, Fernando Muñoz López de Bustamante, Mundi-Prensa, Madrid, 1996.
– Aromaterapia de la A a la Z, Patricia Davis, Edaf, Madrid, 2001.
– Guía de aceites esenciales, Wanda Sellar, Edaf, Madrid, 2000.
– Cúrese con la aromaterapia, Enrique Sanz Bascuñana, Vital, Barcelona, 2000.
– Plantas medicinales. El Dioscórides renovado, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1995.
– Diccionario de Botánica, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1993.
– Fitoterapia. Vademécum de prescripción, Masson, Barcelona, 2003.
– Diccionario terminológico de Ciencias Médicas, Masson, Barcelona, 1998.
(publicado en Conocer Arganzuela 141, octubre de 2004)