FAMILIA: Liliáceas, que comprende unas 2.800 especies distribuídas por los países cálidos, templados y fríos de casi todo el planeta, de muy diverso aspecto, muchas de ellas herbáceas y rizomatosas, tuberosas o bulbosas, cuyas semillas tienen tejido nutricio carnoso o cartilaginoso y reservas grasas. El género allium cuenta con unas 270 especies. Otros géneros importantes son colchicum, aloe, yucca, smilax (zarzaparrilla).
DESCRIPCIÓN: Planta herbácea vivaz que origina un bulbo redondeado, compuesto de numerosos gajos o dientes dispuestos alrededor del tallo, que crece hasta 80 cm de altura, con hojas planas en su mitad inferior. Flores escasas, blanquecinas o rojizas, compuestas de seis hojitas y mezcladas con numerosos y pequeños bulbitos en el ramillete floral, que se cierra antes de la floración en una especie de cápsula membranosa. Florece en primavera y verano. Originaria de Asia central y extendida por el mundo entero, naturalizada en toda la cuenca mediterránea se cría en las huertas cultivada desde muy antiguo. El ajo, estéril, no se reproduce por semillas sino mediante sus dientes, que se plantan normalmente en otoño y se recogen a fines de primavera o principios del verano, conservándose en lugares frescos y ventilados.
PARTES UTILIZADAS: Los bulbos.
PRINCIPIOS ACTIVOS: Fructosanas (75%), aceite esencial (garlicina, aliína o sulfóxido de alilcisteína que hidrolizada por la aliinasa produce alicina, responsable del característico olor del ajo, que rápidamente se transforma en disulfuro de alilo), pequeñas cantidades de vitaminas (A, B1, B2, B6, C), adenosina y sales minerales (hierro, sílice, azufre, yodo).
PROPIEDADES: El ajo puede ser el remedio vegetal con más propiedades demostradas experimentalmente. Las fructosanas son diuréticas. El aceite esencial es amebicida, antiagregante plaquetario, antibiótico, antifúngico, antihipertensivo, antiviral, bactericida, depurativo, desintoxicante, estimulante de las defensas (aumenta la actividad de linfocitos y macrófagos), hipoglucemiante, hipolipemiante (inhibe la síntesis de colesterol y triglicéridos), hipoviscosizante (reduce la viscosidad plasmática), normalizador del funcionamiento digestivo, regulador de la flora intestinal, tonificante general del organismo, vasodilatador periférico y vermífugo (antihelmíntico, expulsa los gusanos intestinales).
Indicado en afecciones genitourinarias (cistitis, pielonefritis, ureteritis, uretritis, urolitiasis) y respiratorias (asma, bronquitis, enfisema, faringitis, gripe, resfriados, sinusitis), arteriopatía, arteriosclerosis, claudicación intermitente, hiperlipidemia, hipertensión arterial, hiperuricemia, parasitosis intestinales, retinopatía, coadyuvante en el tratamiento de la diabetes, prevención de disenterías amebianas y tromboembolismos.
Externamente en dermatomicosis, infecciones cutáneas y por hongos en uñas y piel, hiperqueratosis, parodontopatía.
Contraindicado en hemorragias, hipertiroidismo, pre y postoperatorio, trombocitopenia (=disminución de plaquetas en sangre) y en tratamiento con anticoagulantes o hemostáticos.
El consumo de ajos en grandes cantidades puede producir irritación intestinal.
MODO DE EMPLEO: Ajo crudo, polvo en cápsula, tintura, extracto fluido, extracto seco y aceite en perla.
En tratamientos de larga duración, solo o con otras plantas reguladoras de la tensión (olivo, espino blanco, muérdago) y suplementos nutricionales (Q10).
Uso externo fresco, en aceite, enema y en ungüentos con plantas analgésicas y antiinflamatorias.
REFERENCIAS BÁSICAS
– Diccionario de Botánica, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1993.
– Plantas Medicinales. El Dioscórides renovado, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1995.
– Fitoterapia. Vademécum de Prescripción, Masson, Barcelona, 1998.
– Diccionario terminológico de Ciencias Médicas, Masson, Barcelona, 1998.
– Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Dr. Jorge D. Pamplona Roger, Safeliz, Madrid, 1998.
– Gran Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Dr. Josep Lluís Berdonces i Serra, Tikal, Premiá de Mar, Girona, 1999.
– Milagrosas hierbas curativas, Dr. John Heinerman, Prentice Hall, Paramus, New Jersey EUA, 1999.
(ficha publicada en Espacio Humano 59, diciembre de 2002)
Allium sativum L.: Introducción. El ajo es un vegetal de grandes propiedades alimenticias que desde la antigüedad se utiliza con múltiples propósitos. Su origen se ubica en Asia Central, pero los Chinos y Egipcios ya los utilizaban en su más remota antigüedad, alimentaban con ajo a los esclavos que construían las pirámides porque creían que el ajo les aportaba energía. También se empleó en el proceso de momificación y como moneda de cambio. En Grecia y Roma el ajo se consideró un potente afrodisíaco, y en la época medieval se usó para librarse de brujas, vampiros y malos espíritus. Durante la Segunda Guerra Mundial se repartía entre los soldados para remedio contra las heridas. El nombre científico del ajo es Allium sativum, pertenece a la familia Alliaceae, conocido en español como “ajo”, garlic en inglés, ail en francés y knobauch en alemán. Descripción y cosecha. De un bulbo surge en primavera la planta erguida, de sección profunda y con hojas que llevan flores apicales y alcanzan una altura de hasta 1 metro. Las hojas son alargadas y acaban en punta, de borde entero y miden aproximadamente 1 centímetro de anchura. Las flores se disponen en una umbela, son largamente pecioladas y de color blanco rojizo. Junto a ellas se disponen entre 20 y 25 bulbillos. Toda la inflorescencia cae después como una unidad. Los bulbos se desarrollan en el suelo, son casi esféricos y alcanzan un diámetro medio de 4 centímetros. Sobre el bulbo basal, que va cubierto de raíces, se dispone el principal, alrededor del cual están los llamados dientes de ajo. Les rodea una bráctea seca de color blancuzco y cada uno de ellos está a su vez rodeado por una cubierta. Florece en julio y agosto, crece en huertos y cultivos, donde requiere un terreno bien abonado pero sólo moderadamente húmedo, aunque resiste muy bien los climas fríos y las heladas, razón por la cual se encuentra prácticamente cultivado en todo Chile. En marzo y abril se ponen los dientes en el suelo y ya en otoño puede recolectarse. Se usa el bulbo y los dientes de ajo que se encuentran en su interior, tanto en comidas como en extracciones y preparaciones medicinales. Principios activos, antecedentes farmacológicos y usos etnomédicos. Además de carbohidratos y vitaminas, el bulbo del ajo contiene saponinas, también presenta un alto contenido de compuestos azufrados. El constituyente principal dentro de la gama de estos compuestos azufrados es la aliina, que se encuentra en el ajo procesado y constituye el 0,24 % del peso total del bulbo. Este compuesto corresponde al aminoácido cisteína con un grupo propenilo unido al azufre y este último oxidado a sulfóxido, que se degrada enzimaticamente a ácido 2-propen-sulfénico, y luego a alicina (dialiltiosulfinato) cuando el ajo es sometido a tratamiento mecánico (trozado, molido o machacado). La oxidación de la alicina conduce a su vez a un disulfuro dialilico que es el constituyente principal de los volatiles del ajo; es decir, de los compuestos que se desprenden del ajo cocinado, entre los que destacan: Z-ajoeno, E-ajoeno, 2-vinil-(4H)-1,3-ditiano y 3-vinil-(4H)-1,2-ditiano. Trabajos actuales han demostrado que los diversos compuestos aislados desde los extractos alcohólicos de Allium sativum no son más que artefactos, o sea compuestos artificiales que no están presentes en forma natural, sino que se originan por oxidaciones múltiples, degradaciones, isomerizaciones y otras reacciones, durante el proceso de extracción. Análisis químicos de los productos obtenidos por destilación a baja presión y temperatura ambiente mostraron sólo tiosulfinatos mezclados con alicina como los compuestos característicos del ajo (80-90%). Todas las cualidades que se le atribuyen al ajo no están bien demostradas. Se sabe que tiene propiedades antibacterianas (alicina) y antifungicas que se han confirmado “in vitro”. Investigación en animales ha permitido detectar su capacidad para disminuir la tasa de colesterol y de bajar la presión arterial. Además se menciona que actúa como vasodilatador, antiséptico y anticoagulante. Aunque no puede considerarse que el ajo sea un remedio especifico para enfermedades concretas sí puede afirmarse que es eficaz contra los trastornos gastrointestinales; sirve para la prevención y el tratamiento de los procesos de envejecimiento del sistema vascular (arteriosclerosis) y para reforzar el tratamiento de las alteraciones en el sueño, la hipertensión, la debilidad general y la disminución del rendimiento. Enfermedades respiratorias, contra la tos, antibiótico, antimicótico, expectorante, favorece la transpiración, reduce la presión sanguínea, antihistamínico, antiparasitario, estimulante del sistema inmunitario. Por todos los efectos mencionados es muy usado en trastornos de las vías respiratorias, desórdenes digestivos, infecciones por hongos, para trastornos cardiovasculares (a largo plazo), para reducir los niveles de colesterol en la sangre (útil en diabetes tardías), infecciones de la piel, acné, aftas. Contraindicaciones. Produce mucho calor y puede irritar el estómago, no debe tomarse en dosis terapéuticas durante embarazo y lactancia. Las dosis altas de ajo pueden prolongar las hemorragias y dificultar los procesos de coagulación, por lo que su consumo debe suspenderse dos o tres semanas antes de cualquier cirugía, para evitar complicaciones operatorias como hemorragias. Preparaciones. Fresco: frotar sobre el acné o machacar y aplicar en verrugas y callos. Es bueno emplear regularmente dientes de ajo en la dieta como profiláctico contra infecciones, para reducir los niveles de colesterol, mejorar el estado del sistema cardiovascular y contribuir a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre. Jugo: los dientes machacados se emplean para trastornos digestivos y para combatir la arteriosclerosis. Maceración: macerar 3-4 dientes de ajo en agua o leche durante toda la noche y beber al día siguiente el líquido resultante. Se usa para combatir los parásitos intestinales. Ajo aceite: se machacan dientes de ajo con aceite de oliva hasta obtener una masa pastosa de color amarillento. Este preparado se puede usar en las comidas como condimento o tomar una cucharada en ayunas o antes de acostarse. Se usa para bajar la presión y prevenir la arteriosclerosis. También se usa como tónico para combatir las infecciones intestinales y del aparato respiratorio. Tintura: se prepara con 100 gramos de ajo que se pican y se agrega medio litro de aguardiente. Se deja macerando durante diez días, posteriormente se cuela. Beber 20 a 30 gotas dos veces al día. Sirve para lo mismo que el ajo aceite.
(5 de mayo de 2010)