FAMILIA: Poáceas, género de las gramíneas, así denominadas por su parecido con la grama, que incluye a los cereales y que predominan en la formación de praderas, estepas y sabanas. Familia del orden de las glumifloras, monocotiledóneas de flores generalmente hermafroditas y fruto o cariopsis con abundante tejido nutricio. Comprende unas 4.000 especies, casi todas herbáceas, con tallos cilíndricos y huecos (=cañas), nudos manifiestos, hojas angostas y envainadoras, y una lígula o apéndice membranoso en el punto de encuentro entre la vaina de sus hojas y el limbo o lámina.
DESCRIPCIÓN: Herbácea anual erecta de más de 1 metro de altura si tiene condiciones favorables de tierra y clima, de raíz fibrosa, hojas alternas, planas y rugosas, lígula corta y como truncada, y flores agrupadas de dos en dos en espigas péndulas amplias y poco densas. Florece, con un fruto marrón, al final de la primavera y comienzo del verano. Se recolecta desde que empieza hasta que termina el verano.
Se cultiva en secano con otros cereales en todas las zonas templadas del mundo, sobre todo del hemisferio norte y especialmente en el centro y norte de Europa. Existen más de 25 variedades de avena cultivada. Raramente aparece asilvestrada alrededor de los campos cerealísticos. Crece indígena en Sicilia, está naturalizada en los Balcanes y se desconoce su origen, que posiblemente sea el sudoeste asiático. Escritores griegos y romanos (Dioscórides, Plinio, …) conocen y hablan de la avena pero sólo se cultiva en el centro de Europa, como mínimo desde el final de la Edad del Hierro, y posteriormente es introducida en Roma por los pueblos germanos.
PARTE UTILIZADA: El fruto cariópside (=grano de avena) y su harina, así como la sumidad o parte aérea de la planta verde, los tallos y hojas y la paja.
PRINCIPIOS ACTIVOS: La planta en su conjunto está provista de abundantes sales minerales (hierro, manganeso, cinc, calcio), carotenoides, derivados clorofílicos, vitaminas (A, B, PP, trazas de la D), tocoferoles (=vitamina E), lecitina y lípidos, gramina (=alcaloide indólico) y sustancias nitrogenadas.
La hoja contiene abundantes sales silícicas y saponinas.
La inflorescencia es rica en flavonas.
La semilla posee almidón y otros glúcidos, lecitina y lípidos, fenoles, enzimas, minerales y vitaminas, alto contenido de proteínas de alto valor biológico y hierro.
La paja o salvado de avena tiene pectina y ácido silícico y es rico en vitaminas A y B.
PROPIEDADES: Uso popular como sedante, remineralizante, vitamínico y para regularizar el flujo menstrual.
Bioestimulante energético, tranquilizante, equilibrador nervioso, se utiliza en estados depresivos, nerviosismo e insomnio, disturbios vegetativos menopáusicos, convalecencias y como coadyuvante en terapias de desintoxicación de diversas drogodependencias (morfina, tabaco).
Propiedades nutritiva, ansiolítica, pectoral e hipoglucemiante.
Los fenoles tienen actividad antioxidante, y las saponinas antimicrobiana y antimicótica (=en afecciones producidas por hongos).
Reconstituyente en dietas de niños, ancianos y en la recuperación de distintas afecciones sobre todo de garganta y pecho, por su excelente digestibilidad y riqueza nutritiva, es suave laxante y diurética tomada con semillas de anís e hinojo, útil también en dolores nefríticos.
Alimento tradicional anglosajón en forma de tortas, pan, sopa y crema, y a modo de horchata diurética y refrescante.
Al igual que todos los productos que contienen fibra vegetal, sobre todo si es soluble como la manzana, el salvado de avena tiene efecto reductor del nivel de colesterol sanguíneo LDL («malo»)[[ «La avena y el colesterol.
El doctor James Anderson, de la Universidad de Kentucky en Estados Unidos, estaba trabajando con pacientes diabéticos, tratando de determinar si había algún cereal que fuera eficaz para controlar los niveles de azúcar en sangre. Descubrió que cuando los pacientes tomaban harina de avena, no sólo mejoraban los niveles de azúcar en sangre, sino que también disminuían las cifras de colesterol. Estudiando el asunto más detalladamente, se llegó a la conclusión de que el responsable de este efecto era la porción de salvado que tenían los copos de avena. La fibra soluble que forma el salvado de la avena actúa absorbiendo los ácidos biliares que hay en el intestino, arrastrándolos junto con las heces. Los ácidos biliares se forman en el hígado, a partir del colesterol de la sangre, y se vierten en el intestino junto con la bilis. Normalmente la mayor parte de ellos se reabsorbe en el íleon (tercera porción del intestino delgado), pasando de nuevo a la sangre, y sirviendo de elemento base para la producción de colesterol. El salvado de avena, al absorber los ácidos biliares y hacer que se eliminen con las heces, obliga al organismo a producir más ácidos biliares, necesarios para el proceso digestivo. Para ello, tiene que utilizar el colesterol que hay en la sangre, con lo que su nivel disminuye. Así pues, el consumo de copos de avena integrales (con su salvado), es un buen método para reducir el colesterol». Dr. Jorge D. Pamplona Roger: Enciclopedia de las Plantas Medicinales, volumen 1, página 151 .]] mientras que no altera ni influye en el colesterol HDL («bueno») que ayuda a evitar la arteriosclerosis
Indicada además en estrés, impotencia sexual, estudiantes en época de exámenes, deportistas y madres lactantes, también conviene a los que padecen de gastritis, colitis y otras afecciones digestivas pues forma un mucílago protector.
Uso externo en dermatología para preparados demulcentes (=emoliente, relaja y ablanda las partes inflamadas), cremas o aceites en el tratamiento de eccemas, dermatosis, prurito, urticaria e irritación cutánea, y en el cuidado de las pieles secas o sensibles.
Se utiliza como alimento de animales domésticos.
Contraindicada en caso de intolerancia al gluten.
MODO DE EMPLEO: 2-3 tazas diarias, en infusión de una cucharada de paja de avena por taza después de las comidas. La infusión también sirve para añadir como relajante al agua de baño en proporción de 1 litro por bañera de tamaño medio.
La semilla se prepara en decoción, decorticada (=descapsulada) al igual que su extracto alcohólico se utiliza en nerviosismo e insomnio, y sin decorticar es estimulante muscular y tónico contra la fatiga, utilizada en convalecencia, depresión ligera y como complemento en curas de desintoxicación.
Asimismo se toman 3 veces al día 40 gotas de tintura madre, preparada a partir de la avena fresca en flor. Y de 10 a 30 gotas, cada vez, de extracto fluido.
El extracto coloidal y la harina de avena, a razón de 30-50 gramos por litro de agua que se reduce a la mitad, se utilizan en aplicación tópica en la piel, en baños o cataplasmas.
Los copos de avena, alimento integral muy popular en el centro y norte de Europa, se preparan prensando los granos trillados de avena, y cocinados con leche o caldo vegetal. Muy recomendable para deportistas, estudiantes y para fortalecer y equilibrar el sistema nervioso.
La harina se utiliza también como avenate, gachas y sémola.
REFERENCIAS BÁSICAS
– Plantas Medicinales. El Dioscórides renovado, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1995.
– Diccionario de Botánica, Dr. P. Font Quer, Labor, Barcelona, 1993.
– Fitoterapia. Vademécum de prescripción, Bernat Vanaclocha Vanaclocha y Salvador Cañigueral Folcarà editores, Masson, Barcelona, 2003.
– Gran Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Dr. Josep Lluís Berdonces i Serra, Tikal, Premià de Mar, Girona, 1999.
– Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Dr. Jorge D. Pamplona Roger, Safeliz, Madrid, 1998.
– Plantas Medicinales de la Península Ibérica e Islas Baleares, Juan Bautista Peris, Gerardo Stübing y Ángel Romo, Jaguar, Madrid, 2001.
– Plantas medicinales o útiles en la flora canaria. Aplicaciones populares, Pedro L. Pérez de Paz y Consuelo E. Hernández Padrón, Francisco Lemus editor, La Laguna, Tenerife, 1999.
– Plantas medicinales, bayas, verduras silvestres. Grau, Jung y Münker, Blume, Barcelona, 1985.
– 1.000 plantas medicinales, aromáticas y culinarias, Servilibro, Madrid, 1999.
– Cómo cura la avena, Dr. Miquel Pros, integral, Barcelona, 1998.
– Cúrese con los cereales, Esmeralda Berbel, Vital, Barcelona, 2000.
– Arroces y cereales integrales, Redacción de Cuerpomente, Oasis, Barcelona, 1997.
– Diccionario terminológico de Ciencias Médicas, Masson, Barcelona, 1998.
(6 de julio de 2009)