El diagnóstico y tratamiento según las estaciones se establece atendiendo a la combinación de los 4 elementos primarios (fuego, agua, aire, tierra, y su graduación en el momento) y los secundarios o predisposición constitucional (los humores, cuerpos húmedos y fluidos con capacidad de modificar el alimento ingerido), donde se manifiesta el predominio de una clase de complexión (cálida, fría, húmeda, seca). Teniendo presente la edad y valiéndose del tacto, se observa y analiza el color de la piel, su textura, el estado del pelo, el aspecto externo, los actos vinculados con las capacidades vitales, anímicas y espirituales … para llegar a la determinación de una de estas 5 complexiones, o su mezcla: equilibrada, sanguínea, flemática, biliar amarilla, biliar negra; caracterizada cada una por signos reconocibles, y a la que corresponde en cada estación del año (otoño, invierno, primavera, verano) unas pautas dietéticas (alimentos, bebidas, aromas, vestimenta …), ejercicio y otras actividades (música, lecturas, baño, masajes y relajación, sueño-vigilia, relaciones sexuales …) adecuadas a cada complexión. En estrecha relación y correspondencia con las sistematizaciones de la medicina preventiva tradicional, que en este caso (Libro del cuidado de la salud durante las estaciones del año o Libro de Higiene, de Ibn Al-Jatib, en magnífica presentación de Sabora Uribe/Umm Hanif – webislam.com) parte de la primordial atención a los 6 elementos que no pertenecen al cuerpo, imprescindibles para la vida y cuyo influjo podemos condicionar para un mayor bienestar y calidad de vida: el aire, el alimento, la evacuación, el sueño y la vigilia, el movimiento y el reposo, y el movimiento anímico.
Análisis de sangre y orina
He aquí unas nociones sobre el análisis de sangre. Comenzando con el hemograma o análisis de los componentes celulares, se recogen los valores considerados normales en el número de hematíes o glóbulos rojos, leucocitos o glóbulos blancos, y plaquetas. Asimismo las alteraciones más comunes, anemia si desciende la tasa de hemoglobina, aumento o descenso de los glóbulos blancos e inmunodepresión o inmunodisregulación, y de las plaquetas (tendencia a hemorragias o a la formación de trombos) y perspectiva de la Medicina Biológica. Se expone después el mecanismo y alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono (glucosa), de las grasas (colesterol y triglicéridos) y de las proteínas (ácido úrico). Se concluye con el papel de creatinina y urea como indicadores de la función renal y los diversos indicadores de la función hepática (transaminasas y bilirrubina, fosfatasa alcalina y tiempo de protrombina, albúmina y nivel de amoníaco en sangre), así como el análisis sistemático del sedimento de orina. Nos valemos en esta ocasión del «Curso sobre interpretaciones analíticas» impartido por el Dr. D. José Luis Freitas Doménech en 1999 en el Colegio de Médicos de Madrid.
Diátesis y oligoterapia
Entrevistamos a D. Gregorio Gómez, Goyo, quien, además de impartir reconocidos cursos sobre salud natural, es naturópata con una muy dilatada trayectoria y cuyos resultados son patentes para quienes le conocen en esta faceta profesional. Desarrolla aquí las características de las diferentes diátesis o terrenos: tras definir la diátesis como «Disposición a padecer» Goyo señala que clásicamente se consideran cinco: la 1ª o hiperreactiva, la 2ª o hiporreactiva, la 3ª o distonía neurovegetativa, la 4ª o anérgica, y la 5ª o síndrome de desadaptación. Las diátesis 1ª y 2ª, también llamadas diátesis jóvenes, son constitucionales, no así las restantes. Según la forma de comportarse se tienen en cuenta, en cada diátesis, tres niveles: físico, intelectual y psicológico. Además, y «Sin tener por qué padecerlos, pueden presentarse algunos, muchos o casi ninguno de los síntomas propios de cada diátesis durante algún tiempo de la vida, algunos pueden eliminarse con oligoelementos, para otros la oligoterapia resulta insuficiente. La oligoterapia catalítica utiliza oligoelementos a dosis pequeñas, no tanto por una carencia de ese oligoelemento sino porque con su presencia intervienen activando/acelerando distintos procesos metabólicos, son catalizadores, indispensables para la actividad de las células y para los procesos vitales. El cuerpo necesita esos elementos o minerales en muy pequeñas cantidades». Al igual que en la medicina tradicional china respecto al yin y el yang: «Tampoco las diátesis son puras, en cada una de ellas hay mezclas más o menos intensas, hasta llegar al paso de una a otra, sin estabilidad, todo está en cambio permanente, lo que es importante en el tratamiento o terapia en cada momento y con cada persona».