La fórmula para introducir la soja en Argentina es conocida. «Apuntar hacia los cultivos que más dinero generan (algodón, soja, maíz, etc.), encontrar un punto de acceso, contaminar el suministro de semillas y luego asumir el control. Argentina, el primer país fuera de los Estados Unidos que comenzó a plantar cultivos GM, es un ejemplo de la aplicación de esta fórmula» [7].
Lo que ha sucedido en Argentina (durante años presentada como modelo de sumisión a las directrices del FMI) debe servir de escarmiento a todos los países, incluído el nuestro donde se cultivan unas 80.000 hectáreas con el maíz de la multinacional Syngenta (el 80% del maíz transgénico europeo) con la bendición del gobierno, y hay proyectos de ampliarlas.
Un dossier del periódico Diagonal da los nombres de los principales personajes que comparten cargos en el gobierno, en instituciones científicas y en el lobby transgénico [8].
La organización «Asebio», financiada, entre otras, por Monsanto y Merck estuvo presidida por Cristina Garmendia, hasta que fue nombrada para dirigir el Ministerio de Ciencia e Innovación. Jorge Barrero, actual jefe de Gabinete de Garmendia, era el secretario general de Asebio.
La Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, la Comisión Nacional de Biotecnología, los Serveis Cientificotècnics de la Universidad de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que se presentan como órganos científicos asépticos, incluyen entre sus miembros a varios furibundos defensores de la introducción de transgénicos en la agricultura y alimentación.
Elena Espinosa, actual ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino repite como un loro las consignas de las multinacionales “La biotecnología es un aliado contra el hambre”, justo lo contrario de lo que la historia demuestra.
El reciente estudio de la Academia Estadounidense de Medicina Ambiental [9] también examinó la afirmación hipócrita de la industria biotecnológica que sostiene que los alimentos OGM pueden alimentar al mundo a través de la producción de mayor rendimiento de las cosechas. Encontró pruebas de todo lo contrario. Con el tiempo el rendimiento de las cosechas de OGM fueron inferiores a los convencionales a pesar del creciente uso de productos químicos y herbicidas altamente tóxicos como el glifosato. Esto echa por tierra el primer argumento favorito del lobby transgénico.
En contraste este año 2009, Alemania, Francia, Grecia, Hungría y Austria han prohibido su siembra.
Evidentemente Argentina es un ejemplo a no seguir para todos aquellos países que desean conservar su soberanía alimentaria y para las poblaciones que tienen derecho a proteger su salud.
Al igual que sucede con la industria médica, cuyo objetivo no es mejorar la salud de la población sino la salud de las cuentas bancarias de sus accionistas, las grandes corporaciones agroquímicas, no tienen como objetivo producir alimentos, sino aumentar sus propias ganancias, en ambos casos a costa de la salud de la gente.
De hecho en muchos casos son las mismas corporaciones como Monsanto, Syngenta, conocidas por sus actividades en la agricultura pero que también tienen divisiones farmacéuticas. O a la inversa, como Bayer y Merck, conocidas por sus actividades en la farmacéutica pero que también tienen divisiones orientadas a la agricultura. Por supuesto, sus criterios para fabricar productos inútiles, transgénicos, pesticidas y herbicidas venenosos o medicinas tóxicas son los mismos.
Así que no hay que extrañarse de que el actual sistema industrial de producción de alimentos es contraproductivo igual que lo es el actual sistema de sanidad.
La contraproductividad básicamente consiste en que aumentan las enfermedades y aumenta el hambre.
Buena prueba de ello la tenemos en el hecho de que el año pasado, en plena crisis de alimentos, mientras se añadían mas de 100.000.000 de hambrientos elevando la cifra planetaria a mas de mil millones, los beneficios de las multinacionales agroindustriales aumentaron vergonzosamente —aquí no se necesitan operaciones de rescate:
Beneficios, en millones de dólares, de las principales corporaciones agroindustriales beneficiadas por la crisis alimentaria: años 2006/2007/2008 [10]
1- Compañías de fertilizantes:
– Potash: 1.000/1.800/5.000
– Mosaic: ——-/ 300/2.500
– Yara: 800/1.300/3.300
2- Comercializadoras de alimentos:
– Cargill: 1.250/2.200/3.900
– ADM: 1.500/3.000/2.600
– Bunge: 250/1.000/1.300
3- Gigantes biotecnológicos:
– Monsanto: 700/1.200/2.926
– Syngenta: 500/1.300/1.692
– Bayer: 500/ 950/1.374
Beneficios (ganancias antes de impuestos), en millones de dólares de EEUU, para algunas de las compañías de semillas/pesticidas más grandes del mundo, año 2008/porcentaje de aumento respecto a 2007 [11]
– Monsanto: 2.926/120%
– Syngenta: 1.692/19%
– Bayer: 1.374/40%
– Dow: 761/63%
– BASF: 894/37%
Cuanto más florecen los beneficios de la industria médica o agrícola disfrutamos de más enfermedades y de más hambre.
Ante esta locura, me viene a la mente el hecho cómodamente ignorado por los hombres blancos de que en algunas tradiciones africanas la venta de alimentos por dinero está prohibida. Los bobo-oule de Burkina Faso consideran que “ Vender alimentos es un pecado grave, un sacrilegio contrario a la tradición y a la cosmogonía. El alimento se da a los mendigos, se comparte con los necesitados. Pero no se vende ” [12].
No sería mala idea aprender de estos “salvajes” pues ante la crisis actual sólo hay una solución: sacar cuanto antes del mercado el agua y los alimentos … para empezar.
Referencias
[1] Walter Pengue y Miguel Altieri: “GM soya bean: Latin America’s new colonizer”, Seedling. enero de 2006:
https://www.grain.org/seedling/?id=42.
[2] ¿Quién gobierna la República Unida de la Soja?. Las nuevas dictaduras del Siglo XXI: terratenientes y corporaciones aliados para destruir y demoler las democracias, GRAIN:
https://www.grain.org/articles/?id=45.
[3] ¿Las corporaciones del agronegocio gobiernan en América Latina?, GRAIN:
https://www.grain.org/articles/?id=28.
[4] Monsanto s’active à renforcer son contrôle sur l’Amérique latine, GRAIN:
https://www.grain.org/articles/?id=27.
[5] La manera en que el gobierno de los Estados Unidos utiliza a la USAID para introducir un programa mundial de agricultura transgénica: USAID «ayuda» a África, por GRAIN (*):
https://www.grain.org/biodiversidad/?id=286.
[6] La FAO prend sans complexe le parti des OGM –les besoins de l’industrie de la biotechnologie l’emportent sur ceux des pauvres. Communiqué de presse de l’Organisation Internationale des Consommateurs:
https://www.consumersinternational.org/roaf.
[7] Monsanto y las regalías semilleras en Argentina, octubre 2004 por GRAIN:
https://www.grain.org/articles/?id=5.
[8] “El lobby de Monsanto en el gobierno”, Héctor Rojo Letón / Redacción, jueves 30 de abril de 2009, Diagonal 101:
https://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article7736.
[9] American Academy of Environmental Medicine (AAEM): Genetically Modified Foods:
https://www.aaemonline.org/gmopost.html.
[10] Las corporaciones siguen especulando con el hambre, GRAIN:
https://www.grain.org/seedling/?id=596.
. GRAIN: Corporations are still making a killing from hunger, Seedling, april 2009:
https://www.grain.org/seedling/?id=592.
[11] Las corporaciones siguen especulando con el hambre, GRAIN:
https://www.grain.org/seedling/?id=596.
. GRAIN: Corporations are still making a killing from hunger, Seedling, april 2009:
https://www.grain.org/seedling/?id=592.
[12] Jean Ziegel: La victoria de los vencidos, ediciones B, grupo Z, 1988 (página 209).
– Enlace para este documento:
https://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/sojamonsanto2.htm.
(7 de junio de 2009)