El doctor Pablo Saz Peiró, director del Curso de Medicina Naturista de la Universidad de Zaragoza, subraya [[- Pablo Saz Peiró: ponencia «Fitoterapia, inmunidad y cáncer«, VIII Jornadas de Fitoterapia y Etnobotánica, Madrid, mayo de 2004.]] que polifenoles, ácido cafeico, flavonoides y resveratrol han demostrado su eficacia antitumoral en animales:
«Después de desarrollar resistencia a la quimioterapia, las células tumorales continúan reproduciéndose, … Muchas células tumorales cultivadas evitan la muerte cuando se someten a agentes antitumorales de la uva, se reduce el crecimiento tumoral y los ratones son susceptibles a la quimioterapia y en algunos casos desaparece el tumor después del tratamiento. Según Albert S. Baldwin, profesor de Biología de la Universidad de Carolina del Norte, las terapias que combinan fármacos y dieta se muestran prometedoras, ya que incluir resveratrol en la alimentación puede aportar grandes beneficios«, expone Saz Peiró.
Añade a continuación unas pautas sobre la cura de uvas, que cuenta con una gran tradición en medicina naturista, y que puede realizarse tanto con uvas como con zumos.
Si es posible deben ser de cultivo biológico y bien maduras.
Las uvas más dulces son las más energéticas, y las más ácidas las más depurativas.
La dosis para los adultos oscila entre 2 y 4 kg. diarios, tomadas en intervalos cada 2 horas.
Los lactantes mayores de 6 meses a quienes se haya introducido ya la fruta también pueden realizar la cura de uvas junto con la lactancia materna, al principio deben tomar unas pocas cucharadas de zumo y luego aumentar progresivamente la dosis.
Los estreñidos deben tomar la uva con piel por su efecto laxante, pero si se tiene el estómago delicado no debe tomarse la piel.
Las uvas deben masticarse muy despacio.
Sobre la duración, de acuerdo con Saz Peiró: «El Dr. Ángel Bidaurrázaga dice que la cura de uvas no debe durar menos de 3 semanas«.
La cura de uvas conviene practicarla anualmente, tanto enfermos como sanos.
Igual que en el ayuno, en la cura de uvas aparecen crisis que se manifiestan como dolor de cabeza, lengua blanca, mal sabor en la boca, debilidad, etc.
Hay quienes recomiendan 1 o 2 días de ayuno antes de comenzar la cura de uvas.
Una vez terminada la cura de uvas, se debe empezar a comer también otras frutas, disminuyendo paulatinamente las uvas y aumentando las restantes frutas, teniendo en cuenta que conviene tomar una sola clase de fruta en una comida, luego se puede comer hortalizas y cereales y por último legumbres pero sin olvidar las incompatibilidades alimenticias.
(publicado en Conocer Arganzuela nº 142, noviembre de 2004)
El doctor Josep Lluís Berdonces i Serra dice del zumo de uva o mosto [[- Josep Lluís Berdonces i Serra: “Gran Enciclopedia de las Plantas Medicinales”, Tikal, Premiá de Mar, Girona, 1999.]] que es nutritivo, diurético y refrescante, recomendado como bebida saludable en caso de fiebre, sobre todo para aportar una cantidad importante de glucosa por ejemplo si hay dolores de barriga y vómitos provocados por episodios de acetona, frecuentes en los niños con fiebre.
Sobre la cura de zumo de uvas defiende su especial beneficio para las personas con problemas cardiacos, renales y de gota.
Pero previene que se abstengan de tomar zumo de uva quienes padezcan dispepsia, para evitar que les pueda aumentar la indigestión.
El doctor Jorge D. Pamplona Roger afirma que la mejor forma de aprovechar todas las virtudes de las uvas es siguiendo una cura de uvas
[[- Jorge D. Pamplona Roger: “Enciclopedia de las Plantas Medicinales”, Safeliz, Madrid, 1998.]] para limpiar la sangre y conseguir un efecto depurativo muy notable al eliminar toxinas y residuos metabólicos, que dificultan el adecuado funcionamiento de órganos y tejidos, y descongestionar los órganos digestivos y especialmente el hígado.
Recomienda la cura de uvas en general a todos los que quieran mejorar su salud y, sobre todo, cuando se sigue una dieta recargada en productos animales grasos, y en caso de artritismo y gota, hipertensión, exceso de colesterol sanguíneo, enfermedades renales (nefritis, nefrosis, litiasis e insuficiencia), obesidad, hemorroides, dolencias hepáticas crónicas (hepatitis, cirrosis, hipertensión portal), anemia, agotamiento físico, falta de rendimiento, astenia y estrés.
Para llevarla a cabo se consumen únicamente de 1 a 3 kilos de uva madura diarios por un período de entre 3 y 7 días o, si es por más tiempo, recomienda se haga bajo control médico.
(febrero de 2009)