Imagen: Gabriel Bertrand, cuyos trabajos permitieron descubrir en el siglo XIX la existencia de los oligoelementos .
– En la Diátesis 1 o hiperreactiva, terreno del Manganeso (Mn) respecto al comportamiento físico son individuos que padecen o suelen padecer astenia (fatiga o cansancio) matinal allevantarse, que poco a poco desaparece con el esfuerzo.
A veces con dolores de cabeza y/o de ojos al despertarse.
Tienen necesidad de actividad, son hiperactivos a menudo, siempre tienen que estar haciendo algo.
La vida sedentaria y el reposo les altera y no les sienta bien, se muestran más agresivos y con muy mala tolerancia al reposo.
Generalmente se sienten mejor por la tarde y noche, con euforia, incluso algunos pueden tener dificultad para dormir.
Desde niños tienen que cambiar de juguetes, necesitan el cambio continuo, son más aventureros y toman más iniciativas.
A nivel intelectual suelen ser inestables, muy inconstantes, de esfuerzos discontinuos para el estudio o cualquier actividad.
Son exagerados, suelen tener buenos resultados escolares, laborales, …, son brillantes aunque no muy sólidos.
Vistos como de memoria insuficiente, es más bien selectiva, pueden olvidar las cosas inmediatas en situaciones de estrés.
En el plano psicológico son optimistas, irritables, agresivos, emotivos, nerviosos, agitados, ansiosos, a veces miedosos la mayoría de las veces, lo que compaginan con ser aventureros, decididos y testarudos o tercos.
Como síntomas de esta diátesis, migrañas oftálmicas y digestivas en la frente y sienes, eccemas alérgicos, urticaria, asma alérgico, rinitis repetitivas alérgicas, hiper e hipotensión (ésta suele ser bajada brusca), con frecuencia lipotimias, inestabilidad cardiaca, angina de pecho o estados anginoides, dolores cambiantes entre los dos lados o algias erráticas, neuralgias esenciales, artritis de distintos tipos, disfunciones y alteraciones digestivas de tipo hepático, alteraciones intestinales del colon derecho, cálculos renales y biliares (de la vesícula), alteraciones urinarias (de la orina o de los conductos urinarios por inflamación), alteraciones dentarias (piezas torcidas, una encima de otra), distiroidismo de tipo hiper (hipertiroidismo), gota (ácido úrico).
Las mujeres, tendencia a los fibromas tumorales o hemorrágicos, dismenorrea e hipermenorrea con reglas frecuentes y abundantes.
Con antecedentes familiares de este tipo de manifestaciones, especialmente alérgicas o
artríticas.
Su comportamiento tiende a ser exagerado incluso a la hora de padecer.
Su sistema inmunitario suele ser muy alto, se atacan a sí mismos provocando algunos de
los síntomas señalados.
Con características propias para combatir un proceso infeccioso, si tiene fiebre es elevada y de rápida aparición y desaparición.
En todo, tendencia a la exageración, más rápido, más abundante.
Suelen ser niños precoces, incluso se adelantan a la hora de nacer, andan pronto, con osificación, aparición de dientes y habla más tempranas.
Una persona puede ser de esta diátesis sin manifestar algunos o muchos de estos comportamientos.
Se trata de que todo es tendente a desarrollarse con una mayor rapidez.
– La Diátesis 2 o hiporreactiva, terreno del Manganeso-Cobre (Mn-Cu), a nivel físico se caracteriza porque los individuos son más fatigables, cansados o desganados, su resistencia psicológica, mental y física es más limitada, hasta llegar a veces a ser insuficiente.
Con lentitud en los gestos, en el habla.
A la tarde se sienten muy cansados, les gusta dormir pronto.
Para ellos la fatiga crece a medida que transcurre el día o la semana o con el esfuerzo, descansando les cede esa fatiga.
Necesita dormir mucho, descansos semanales, vacaciones tranquilas y de reposo: «Incluso enfermaría para tener bajas laborales y poder recuperarse».
Tendencia a economizar sus fuerzas, consciente o inconscientemente, por saber que son más limitadas, si no cambia a otra diátesis en cuyo caso esa tendencia puede acentuarse.
En el plano intelectual suelen tener dificultad para concentrarse y fijar la atención, pero superada esa dificultad son más metódicos y se esfuerzan mucho.
Las capacidades intelectuales suelen estar más limitadas por esa falta de atención crónica, al hablarles se distraen con frecuencia: «Abre el libro, empieza a leer o estudiar y al poco, tras cuatro líneas leídas, se distrae enseguida».
Tienen cierta impotencia en la expresión.
En cambio están más dotados de conocimientos profundos, más que la brillantez de resultados espectaculares de la diátesis 1.
A nivel psicológico suelen tener más tendencia a la tristeza y pesimismo, más inclinados a la reflexión que a la aventura y la iniciativa, son más lentos en tomar decisiones.
De naturaleza calmada y comedida.
Tendencia a la abulia.
Falta de o poca energía, pueden y suelen ser más lentos (posibles retrasos al nacer, al andar, en su dentición, en el habla, …), de pequeños son más o menos tranquilos pero se entretienen mucho con cualquier juguete.
Entre los síntomas de esta diátesis, sensibilidad respiratoria, especialmente bronquial y pulmonar, las –itis del aparato respiratorio (rinofaringitis, otitis, sinusitis, bronquitis, traqueítis, …), asma no alérgico, tuberculosis, pleuritis, enterocolitis izquierdas y sigmoideas con alternancias de diarreas y estreñimientos.
Tendencia a la anemia y leucopenia.
Hipomenorreas.
Retraso y lentitud del desarrollo infantil, criptorquídias (testículos ocultos), laxitud de ligamentos, osificación retardada en general y alteraciones de la estática vertebral (brazos y piernas largas, al abrir los brazos tienen una apertura superior incluso a los 180 grados, con facilidad para dislocaciones en articulaciones, hombros, tobillos, …, por la laxitud), algunas manifestaciones artríticas, incluido asma, alergias y eccemas, que son bastardas o no naturales de la diátesis.
Cistitis ligeras frecuentes o recidivantes, enuresis, acné de tipo infeccioso, casi forúnculos.
Distiroidismo de tipo hipo.
A nivel digestivo, mayor tendencia a úlceras duodenales.
Tendencia a reumatismos progresivos, deformantes o anquilosantes poco dolorosos.
De antecedentes familiares con síntomas del tipo de los reseñados.
– La Diátesis 3 o distonía neurovegetativa, terreno del Manganeso-Cobalto (Mn-Co), es una diátesis raramente constitucional, más bien de tránsito y evolución, especialmente de la 1ª diátesis hiperreactiva, más que de la 2ª.
Muy frecuente en mujeres que pasan a la distonía en torno a los 40-45-50 años.
Destaca en el comportamiento físico la desadaptación al esfuerzo, astenia no sólo matinal sino que puede durar todo el día, aunque suele mejorar por la noche especialmente si provienen de la diátesis 1; si pasan de la 2ª a esta 3ª diátesis la noche puede ser peor.
La astenia aumenta especialmente antes de las comidas.
Suele haber sensación de agotamiento, decaimiento y vacío.
Hay sensación de envejecimiento brusco, que contrasta mucho con el pasado energético de la 1ª diátesis.
El esfuerzo no parece descansarles, o lo hace menos que al hiperreactivo.
Fatiga progresiva, más patente en piernas y miembros inferiores, a veces también con laxitud.
Sueño más irregular o menos agudo para dormir, puede haber pesadillas y despertar precoz.
En el comportamiento intelectual cambian los aspectos evolutivos según provenga de la 1ª o de la 2ª diátesis, la arterioesclerosis puede afectar a la memoria, si es muy grave puede dar lugar a la desaparición de la misma.
Bajón de todas las capacidades intelectuales (atención, reflejos, concentración, …), pérdidas temporales de memoria.
Tendencia a la histeria, con olvido de situaciones traumáticas.
A nivel psicológico el comportamiento está más agudizado que en la diátesis inicial.
Personas más nerviosas, impacientes, con angustia y ansiedad, hiperemotividad, hipersensibilidad a los ruidos, música, palabras, …
Risas y llantos espasmódicos inmotivados, crisis ansiosas y angustias periódicas.
Depresión sin obsesiones de muerte, que contrasta fuertemente con el pasado optimista propio de la diátesis 1.
Son síntomas de la diátesis, más claramente apreciables en la mujer que en el hombre, el envejecimiento corporal que afecta tanto a la absorción de nutrientes como a la eliminación de tóxicos, un descenso progresivo de la vitalidad y distonía neurovegetativa especialmente con simpaticotonía («muy alterado el simpático, por lo que hay que bajarlo»).
Alteraciones circulatorias de los miembros inferiores (fatiga, pesadez, dolores, edemas, hinchazón de las piernas en la tarde, …) y alteraciones de la presión arterial, con supramáximas y acúfenos (alteraciones auditivas).
Espasmos circulatorios.
Urticarias y eccemas crónicos.
Esbozo de signos arteríticos.
Cefaleas difusas psicógenas.
Artrosis, especialmente en persoas que evolucionan a esta diátesis desde la 2ª.
Osteoporosis postmenopáusica.
Estados gotosos.
Oliguria relativa.
Congestiones pélvicas.
Alteraciones pre y paramenopáusicas.
Impotencia e indiferencia sexual.
Espasmofilia (espasmos musculares, uterinos, digestivos), alteraciones duodenales, especialmente en personas que pasaron de la diátesis 2ª a la 3ª.
Colopatía funcional, colitis derechas espasmódicas.
Abombamiento abdominal, más claramente visible en la mujer, que se incrementa a medida que transcurre el día, y puede forzar a la utilización de ropa distinta por la mañana y por la tarde.
Aerogastria (gases), alteraciones biliares (disquinesia biliar), insuficiencia pancreática funcional, hemorroides, signos anginoides.
Precordialgias funcionales fijas, dolor que asusta y obsesiona, o también extendidas, perimamarias, angustiosas.
Entre otras patologías , los síntomas descritos pueden dar lugar a coronaritis y arteritis, infarto de miocardio, accidentes vasculares trombóticos especialmente en las mujeres, esclerosis vascular, edemas crónicos de los miembros inferiores («viscosos, no muy claros, excepto en los tobillos donde es muy visible»), nefritis crónica, úlceras digestivas especialmente duodenales, artrosis dolorosas, deformantes y evolutivas, y esclerodermia.
– La Diátesis 4 o anergia, terreno del Cobre-Oro-Plata (Cu-Au-Ag), es muy raramente
constitucional aunque sí se dan casos, es más fácil y habitual la evolución de las diátesis 2ª
o 3ª a la 4ª que el paso desde la 1ª a esta 4ª diátesis.
En palabras de Goyo: «Considerando la perspectiva evolutiva y sus aspectos, es frecuente evolucionar a esta diátesis tras un período de estrés o desadaptación o tras un importante shock psíquico (duelo, enfermedad grave o por otras razones)». En el comportamiento físico de las personas que por su constitución fueron de la diátesis 2 y pasan a la anergia, pueden tener astenia global y profunda, constante durante todo el día; también puede ser intermitente, con períodos de euforia y agresividad.
Hipersensibilidad al estrés, especialmente al que produce el miedo.
Hipersensibilidad al frío y al invierno, que también es característica, aunque menos intensa, de la diátesis 2.
Sueño irregular, con insomnios y pesadillas terroríficas.
Se produce una disminución de la vitalidad, cualquiera que sea el tipo inicial de astenia, pero más acentuada si proviene de la diátesis 1ª (de la euforia física a la depresión) y menos evidente en quienes evolucionan hacia la 4ª diátesis desde las diátesis 2ª o 3ª, en cuyo caso esa disminución se produce de manera más progresiva.
En el plano intelectual predominan las dificultades escolares infantiles, así como obnubilación y confusión con fases de regresión y de alternancia.
En el comportamiento psicológico , todos los grados de depresión, indiferencia por las actividades profesionales y por la familia, sentimiento de que los esfuerzos son inútiles.
Puede haber momentos de rebelión, agresividad, angustia.
Deseo de dimitir, de reposar, de soledad, incluso de desaparecer.
Sentimiento de existencia absurda, asco por la existencia.
Abolición y pérdida de la voluntad de vivir.
Síndrome ansioso-depresivo.
Obsesión suicida, generalmente con tentativas de suicidio con lo que tiene más a mano (somníferos, antidepresivos, …).
En los niños, más difícil de detectar, suele haber tendencia a la soledad, a no comunicarse o jugar con otros niños, el típico niño que permanece sólo en los recreos, con fracaso escolar tremendo.
Entre los síntomas de la diátesis, infinidad de informes y tratamientos sin remedio real ni efectivo, historial clínico amplísimo.
Infecciones agudas y subagudas recidivantes.
Afecciones víricas.
Accesos de temperatura inexplicados y repetitivos o mantenidos mucho tiempo.
Otitis supuradas, anginas purulentas, cistitis especialmente repetidas con mucha frecuencia, piorrea alveolodentaria.
Reumatismo articular agudo.
Cefalea psicógena.
Síntomas que pueden llevar a patologías caracterizadas por disminución de la capacidad defensiva frente a la infección.
Primoinfección ganglionar, pulmonar o cutánea,
especialmente en la infancia y adolescencia.
Tuberculosis esencial anérgica, sin antecedentes, de evolución rápida, con tendencia a generalizarse y resistente a los tratamientos, que no hacen efecto.
Reumatismo crónico evolutivo grave.
Afectaciones linfáticas, leucemias y fenómenos de envejecimiento global orgánico irreductible (decadencia tremenda).
Degeneraciones tisulares.
Cáncer.
Para Goyo: «Resulta fácil detectar la diátesis 4, por presentar un cuadro patológico bastante grave».
– Por último la Diátesis 5 o síndrome de desadaptación, que tampoco suele ser constitucional, puede ser de hipófisis suprarrenal o genital, terreno del Zinc-Cobre (Zn-Cu), y de alteraciones de la hipófisis del páncreas, terreno del Zinc-Níquel-Cobalto (Zn-Ni-Co).
En el comportamiento físico , astenias periódicas, a las que se añaden otros síntomas relacionados y que están en función de la diátesis en que se encuentra la persona, con accesos bruscos y efímeros, sin horario especial, o en su caso astenia cíclica acompañada de bulimia hacia las 12-13 horas y hacia las 19-20 horas, con un bajón psicofísico por bajada de la glucosa (hipoglucemia) y de la presión arterial, momentos en los que hay que proporcionar una cuchara de miel disuelta en agua.
A nivel intelectual , accesos asténicos acompañados de depresión, especialmente si hay también anergia, con vacíos temporales de inteligencia y disminución de todas las capacidades intelectuales.
El comportamiento psicológico es el propio de cada diátesis, se nota más en las diátesis 2ª y 4ª con estados melancólicos y abúlicos, tristeza y un comportamiento depresivo.
En las restantes diátesis, alternancia de períodos de excitación con períodos de depresión, psicosis maníaco-depresivas, generalmente funcionales leves.
En el caso de los diabéticos, puede presentarse demencia diabética de difícil desaparición, se les puede tranquilizar.
Pueden ser síntomas de las alteraciones de hipófisis genital y suprarrenal , que en muchos niños no se aprecian por ser de la diátesis 2ª, los retrasos del desarrollo general y localizados, las criptorquidias, enuresis esenciales, la indiferencia e impotencia sexual funcional, síndromes prostáticos funcionales y el síndrome adiposo genital.
Entre las disfunciones de hipófisis del páncreas , colitis derechas, abombamientos abdominales, diabetes, síndrome adiposo genital, alteraciones de las faneras (uñas, cabello, …), calvicie total, alteraciones cutáneas atípicas (forunculosis, etc.).
En los diabéticos, hambres que coinciden con hipoglucemias, desfallecimiento, temblores de piernas, lengua agrietada, uña diabética.
Para concluir con palabras de Goyo: «Una persona puede ser diabética y tener
esos síntomas, aunque le hayan hecho pruebas analíticas y no le hayan descubierto la diabetes.
Hay predisposición y manifestaciones, o un estado prediabético, aunque en la analítica no haya todavía las señales con que se identifica dicha patología».
– Para concluír y evitar cualquier error de interpretación o en la plasmación de la entrevista mantenida al respecto con D. Gregorio Gómez, señalemos que la diátesis no supone más que una tendencia o disposición de la persona a padecer determinadas patologías, que no necesariamente debe sufrir, en función de factores hereditarios, inmunológicos y comportamentales. La oligoterapia permite tratar esas predisposiciones y corregir trastornos funcionales antes de que lleguen a constituírse como patologías orgánicas. Los oligoelementos posibilitan, pues, una modificación de comportamientos y terrenos.
– Como referencia básica citemos el «Curso de especialización para herboristas» impartido por D. Gregorio Gómez, Goyo, en octubre de 1997, así como dos obras clásicas en oligoterapia: «Los oligoelementos», de Henri Picard, y «Medicina funcional», de Alfredo Embid.
(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 80/81, marzo/abril de 1999)