Además de entregar a Greenpeace los certificados solicitados que garantizan que no emplean ingredientes transgénicos en sus productos, los responsables del grupo Nueva Rumasa han notificado por escrito estar “comprometidos con los objetivos de Greenpeace en relación a la no utilización de productos transgénicos para la elaboración de sus productos” y han añadido que “todos los ingredientes utilizados en la elaboración de los productos no son OGM (organismos modificados genéticamente) ni provenientes de OGM de acuerdo a los certificados emitidos por los distintos proveedores de las empresas”.
Si bien la legislación europea obliga a etiquetar los productos que provengan de cosechas transgénicas, la falta de trazabilidad y la ausencia de seguimiento por parte de las autoridades españolas llevan a la organización ecologista a seguir solicitando a productores y distribuidores de alimentos, información sobre su política de ingredientes transgénicos con la que elabora la Guía roja y verde .
Sin embargo, a pesar de que la mayoría de las empresas de alimentación ha decidido abandonar estos ingredientes, existen todavía algunas que no ofrecen las suficientes garantías de ausencia de transgénicos en sus productos, como Nestlé (Numil, Maggi, La Cocinera) o Unilever (Knorr, Ligeresa, Tulipán, Flora, Frigo, etc). Greenpeace, atendiendo a la realidad de los mercados y del comercio internacional de materias primas, considera que es perfectamente posible para una gran empresa rechazar los transgénicos, como lo hacen ya Kraft Foods (Kraft, Côte D’Ord, Milka, Toblerone, Oreo, Artiach), Santiveri, Coca Cola, Heineken o ahora el Grupo Nueva Rumasa.
Además, las investigaciones de los Observadores de Transgénicos de Greenpeace han llevado a descubrir una serie de productos en cuya etiqueta figura que emplean transgénicos, como por ejemplo, Doñarepa, Conde y Medina, Gourmet Latino, Triguisar, Bizcochón PIT, Salsas VéGé, Lecitina Natur Tierra, Salsas Tre, Salsa MariCarmen, Bollería Mar Terra, Panadería Tradicional, Fripan, Ynsadiet, Pinisan. Estos etiquetados aparecen en la lista roja de la Guía con un icono específico y aquí pueden verse las fotos de sus etiquetas.
“A pesar del rechazo de los consumidores por los alimentos transgénicos y de los demostrados riesgos que estos cultivos suponen para el medio ambiente, la salud y la economía, algunas empresas prefieren siguen sin querer garantizar que no utilizan este tipo de ingredientes”, ha declarado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace: “En este contexto político, las reacciones de las empresas que deciden estar en la lista verde son un paso fundamental para la ciudadanía, quien dispone ahora de un mayor número de productos que pueden consumir sin temor a estar ingiriendo derivados de cosechas transgénicas”, ha concluido Carrasco.
Greenpeace ha lanzado una ciberacción para pedir a empresas como Nestlé que dejen de utilizar transgénicos en sus productos.
(12 octubre 2010)