Así lo constataron suministrando a ratones cannabinoides sintéticos tanto en la zona del tumor como inyectándolos bajo el abdomen —es decir, intraperitonealmente— y ver que el tamaño de éste se reducía; por tanto actúa tanto aplicándolo directamente como haciendo llegar el principio activo a través de la sangre.
«Ahora bien —aclararía Velasco— que nadie piense que el cannabis va a combatir por sí solo el cáncer porque el futuro del tratamiento de esta enfermedad pasa por terapias combinadas e individualizadas y no por una monoterapia.
De ahí que ahora se plantee efectuar un ensayo clínico con personas que tengan tumores cerebrales para valorar las dosis más adecuadas y si puede ser eficaz en forma de spray por vía sublingual.
En cuanto a la posibilidad de que la marihuana afecte negativamente al cerebro aseguró que no sólo es mucho menos tóxica que cualquier quimioterápico sino que han observado que protege las células sanas.
«Las células cancerosas mueren cuando entran en contacto con el tetrahidrocanabinol (THC)—aseguraría— mientras las sanas no resultan afectadas«. Falta averiguar por qué.
– Enlace con the JCI (the publication of the American Society for Clinical Investigation, an honor society of physician-scientists): https://www.jci.org/
– Enlace con el original (Full text): Research Article. Cannabinoid action induces autophagy-mediated cell death through stimulation of ER stress in human glioma cells: https://www.jci.org/articles/view/37948.
(12 de junio de 2009)