Memoria y envejecimiento. Alzheimer y demencia

El Dr. Manuel Carcela Fuertes , director de la Escuela de Sanidad y Consumo, presentó la enfermedad de Alzheimer como «Degeneración neuronal que altera la capacidad de memoria y aprendizaje».

El Dr. Francisco Guillén Llesa , Jefe de Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe, señaló que la pérdida de memoria con el paso de los años es un fenómeno universal. Aunque no son iguales en trascendencia, «El 90% de la población mayor de 80 años tiene pérdidas de memoria». Esa pérdida no es sinónimo de enfermedad. Hay que diferenciar entre el olvido benigno, sin repercusiones, y los trastornos asociados a la edad, con influencia sobre las actividades diarias e importante repercusión social, de los cuales sólo un pequeño porcentaje evoluciona hacia la enfermedad de Alzheimer. Respecto al límite, «Hay enfermedades que cursan con trastorno de la memoria. No todas las demencias son enfermedad de Alzheimer aunque sí es la más numerosa.»

Guillén Llesa, que se refirió a la memoria como un sistema integrado, mecanismo de percepción con una función cognitiva de almacenamiento y recuperación de información, destacó la importancia de su entrenamiento: , «Beneficioso para la salud mental, como el paseo o el ejercicio. Mantener la actividad mental dá el mismo resultado. Se puede profundizar en el entrenamiento de la memoria».

Entrenamiento de la memoria

El Dr. Pedro Montejo Carrasco , Jefe de la Sección de Programas del Ayuntamiento de Madrid, al hacer balance del Programa de Memoria desarrollado en esa ciudad desde 1994 señaló que de unas 8.000 personas evaluadas ha mejorado el 37% de las 4.023 que han tomado parte en actividades de entrenamiento de la memoria. Es objetivo del programa evaluar los problemas de los mayores de 65 años para tratar el deterioro cognitivo asociado a la edad. Se estudia para ello cómo están antes y después del entrenamiento. En palabras de su responsable, «No es un programa caro y posibilita un diagnóstico precoz» de los trastornos de la memoria.

El entrenamiento de la memoria se realiza para dar a conocer cómo funciona ésta, cambiar las actitudes negativas, estimular la atención y el lenguaje, proporcionar técnicas y estrategias de memorización y de relajación. Para hacer frente a los olvidos cotidianos y mediante la repetición se activan la percepción, el lenguaje y la visualización. A fin de disminuir la ansiedad, «Gran causa de problemas de memoria» según Montejo, al comienzo de cada sesión se procede a una relajación. Los ejercicios se valen de la visualización, elemento muy potente para recordar. También de la categorización, por ejemplo qué hay que comprar en la panadería, ferretería, … La asociación es asimismo clave en el fenómeno del recuerdo. Se ejercita con técnicas propias el recuerdo de nombres, se tratan los olvidos de la vida cotidiana, en el pasado y de cara al futuro. Proporcionando si es necesario ayudas externas y teniendo en cuenta que las quejas de memoria, muy elevadas, no siempre se correlacionan con problemas reales de memoria.

Factores de riesgo

El Dr. José Manuel Morales González , epidemiólogo y Jefe de Servicio de Investigación del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, explicó las razones del impacto de la demencia, «Una edad-dependiente asociada al envejecimiento de la población, por el aumento de supervivencia de esos pacientes habrá un importante aumento de las demencias en el futuro. Se une también que no hay medidas preventivas ni tratamientos eficaces, los actuales fármacos son controvertidos y discutidos en la relación coste/beneficio. …».

Como factor de protección-prevención: «Los sujetos con un más alto nivel educacional presentan menos casos de incidencia de esta enfermedad que aquéllos que tienen un bajo nivel educacional. También ocurre con otras variables relacionadas con el elemento cultural del sujeto, el nivel ocupacional, la edad, el sexo, … El nivel educativo es factor protector porque con él hay un modo de vida más saludable y se sufren menos lesiones vasculares en el cerebro, que con la edad darán demencia y/o Alzheimer».

Morales González destacó 3 tipos de factores de riesgo clínico asociados, el sociodemográfico (envejecimiento de la población), la agregación o historia familiar (que muestra una mayor frecuencia de demencia, existencia de un genotipo asociado en todas las razas a la enfermedad de Alzheimer) y en interacción con ese elemento genotípico la presencia de lesiones vasculares y aterosclerosis asociadas.

D. Jesús Sánchez Martos , Catedrático de Educación Sanitaria en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, defendió la educación sanitaria, fundamental para mejorar la calidad de vida del enfermo y para ahorrar en el gasto sanitario generado por los 400.000 afectados, así como la necesidad de avanzar en la precocidad del diagnóstico de la enfermedad. No hay una prueba o test, un marcador biológico o una prueba neuropsicológica que permita saber si habrá o no demencia en una persona. Frente a la televisión «Que acelera la enfermedad de Alzheimer», hizo hincapié en la prevención y el retraso de su aparición: «Partiendo de que todo lo que se ejercita se mejora y que lo que no se ejercita se pierde, cada vez se pierde más», resaltó la necesidad de entrenar la memoria.

El Dr. Fernando Valdivieso Amate , Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y director del Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, aclaró que tan sólo el 2% de los casos de Alzheimer, normalmente presenil o precoz, puede conceptualizarse como enfermedad genética que depende de un gen que causa la enfermedad y que puede transmitirse, tratándose por lo general de una enfermedad esporádica o multifactorial.

Tratamiento

En opinión del Dr. Teodoro del Ser Quijano , Jefe de Sección de Neurología del Hospital Severo Ochoa de Leganés, los estudios clínico-patológicos y epidemiológicos españoles establecen que la enfermedad de Alzheimer es la causa principal de demencia, cifrada en un 60-70% del total de las demencias. Su etilogía es múltiple y obedece a causas vasculares, metabólicas, por tumores, traumatismos, … Como medidas terapéuticas de prevención, el control de la tensión arterial, elevar el rendimiento y la actividad cognitiva.

Para el Dr. Javier Olazarán Rodríguez , neurólogo y facultativo especialista de Área en Madrid, puede prevenirse cierto tipo de demencias atendiendo a varios indicadores: hipertensión aislada, diabetes, colesterol alto, alcohol excesivo, tabaquismo, antiagregación y anticoagulación sanguíneas. Según señaló, «Los fármacos probados no son definitivos, todos son de una eficacia muy leve». Como tratamientos más eficaces reseñó los colinérgicos o terapia sustitutiva para paliar el déficit colinérgico existente.

GINKGO BILOBA Y ANTIOXIDANTES PARA RETRASAR LOS PROCESOS DE ENVEJECIMIENTO

Michael Murray y Joseph Pizzorno , especialistas en medicina natural, sostienen que «la enfermedad de Alzheimer y otras demencias seniles no son necesariamente un proceso normal y no tienen por qué ser el premio a una edad avanzada. … Muchos casos de demencia son completamente reversibles. … Más del 80% de los ancianos presentan deficiencias de una o más vitaminas o minerales; si los niveles son demasiado bajos, pueden causar demencia. … Los fármacos y las interacciones farmacológicas desempeñan probablemente un papel importante en la demencia y los estados confusionales».

Para ellos los antioxidantes, al neutralizar a los radicales libres, impiden el deterioro que causan. Los radicales libres son moléculas muy reactivas que al unirse a otras moléculas y destruirlas contribuyen al envejecimiento y enfermedades asociadas (aterosclerosis, cáncer, enfermedad de Alzheimer, cataratas, osteoartritis e inmunodeficiencia). El origen de los radicales libres puede ser ambiental (luz solar, rayos X, radiación, derivados químicos, contaminantes atmosféricos, pesticidas, anestésicos, líquidos de limpieza, pinturas y barnices de los muebles, emanaciones de humos y de gases de los tubos de escape de los coches), provenir de alimentos o bebidas (alimentos fritos, alcohol, café, tabaco, …), o ser producidos por el cuerpo en los procesos metabólicos normales.

Se cree que los minerales aluminio y silicio pueden participar como agentes causales en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. El aluminio inhibe el transporte de colina y la síntesis del neurotransmisor acetilcolina, y conduce a la disminución de la síntesis de otros neurotransmisores (dopamina, serotonina, adrenalina, noradrenalina). Se recomienda evitar la exposición a ambos minerales, presentes en muchos antiácidos, alimentos preparados, desodorantes corporales, cazuelas de cocina, ..

Para reducir el proceso de envejecimiento se recomienda una restricción de las calorías ingeridas, la práctica moderada de ejercicio y el aumento de los niveles de enzimas mediante antioxidantes dietéticos, entre ellos:

Vitamina C: importante antioxidante nutricional. Numerosos estudios experimentales, clínicos y de población demuestran que el aumento del consumo de vitamina C tiene varios efectos beneficiosos: reduce las tasas de cáncer, refuerza la inmunidad, protege contra la contaminación y el humo del tabaco y fortalece la reparación de heridas.

Vitamina E y selenio: antioxidantes nutricionales que suelen operar juntos, importantes para prevenir el deterioro de los radicales libres en las membranas celulares. Un nivel bajo de estos nutrientes hace que la persona tenga más riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares e inflamatorias y otras afecciones, incluído el envejecimiento prematuro.

Carotenos: además de precursores de la vitamina A, los carotenos son el anulador más potente de los radicales libres de oxígeno simple. Se ha comprobado que una dieta rica en betacaroteno está asociada a una menor incidencia de cánceres. Como el cáncer y el envejecimiento comparten la asociación con el deterioro de los radicales libres, lo que impide el cáncer también favorece la longevidad.

Flavonoides: pigmentos vegetales con considerable protección contra el deterioro de los radicales libres. Son moléculas activas contra una amplia variedad de oxidantes y radicales libres. Recientes investigaciones sugieren que los flavonoides pueden tener importantes efectos en el tratamiento de muchas afecciones, incluídas las comunes al envejecimiento.

GINKGO BILOBA: su extracto contiene flavonoides, antioxidantes muy potentes que mejoran el suministro insuficiente de sangre y oxígeno a los tejidos y el cerebro, relacionado con una serie de síntomas: pérdida de memoria, mareos, dolores de cabeza, ruido en los oídos, pérdida de audición, falta de atención, depresión. El aporte reducido de sangre y oxígeno al cerebro puede ser realmente el principal agente causal de los llamados trastornos cerebrales relacionados con la edad, como la senilidad, más que un auténtico proceso degenerativo del tejido nervioso. El extracto de ginkgo al aumentar el flujo sanguíneo cerebral produce un incremento de la utilización de oxígeno y glucosa, mejora los efectos adversos atribuidos al envejecimiento y puede proporcionar una protección importante frente al desarrollo de esos síntomas.

Según el Dr. Rob Mc Calob , en muchos estudios clínicos con buenos controles el extracto de ginkgo biloba ha demostrado ser eficaz a la hora de mejorar la memoria y otras funciones cerebrales en individuos sanos, así como en adultos con un declive cognitivo relacionado con la edad. Además, constituye un tratamiento clínicamente eficaz en pacientes con demencia de tipo Alzheimer o demencia multi-infarto.

Aminoácidos metionina y cisteína: cuando las personas envejecen disminuye el contenido de estos aminoácidos en el cuerpo, que al combinarse con los radicales libres favorecen su eliminación.

Zinc: la lesión por radicales libres resulta especialmente perjudicial para el sistema inmune, cuya disminución se produce en el envejecimiento normal. Muchas de las anomalías de la función inmune pueden revertirse con la suplementación con zinc.

Vitamina B12: los niveles séricos de esta vitamina son muy bajos, su deficiencia es muy habitual en los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Las deficiencias de cualquier vitamina se asocian con síntomas mentales, como la demencia, mucho antes de que se produzcan cambios de sus niveles en la sangre; además es posible que nunca aparezcan alteraciones analíticas, pese a que puedan existir deficiencias graves en otros tejidos.

Q10: el bioquímico Richard A. Passwater indica que con la edad disminuye la capacidad para producir la coenzima Q10, antioxidante muy potente que ejerce efectos muy beneficiosos sobre la salud del corazón. Según el bioquímico, «Se ha demostrado que los suplementos de la dieta pueden mejorar las funciones cerebrales y la memoria en personas jóvenes y ancianas por igual, aunque el efecto se hace más pronunciado con la edad. El envejecimiento daña las células cerebrales, en gran medida a través de las reacciones de los radicales libres. Los antioxidantes retrasan este daño, pero si ya se ha producido, los nutrientes alimenticios, como la colina y la lecitina, pueden ayudar a contrarrestarlo».

Recomienda proporcionar en la dieta el aminoácido L-glutamina, combustible necesario para conseguir el adecuado nivel de energía que requiere el funcionamiento del cerebro y la memoria. La colina cerebral disminuye con la edad en la población en general y el deterioro de la función de la acetilcolina cerebral está relacionado con la enfermedad de Alzheimer. Para Passwater «La colina cerebral mejora con los suplementos de fosfatidilcolina o lecitina de soja« .

Concluímos con Santiago Gubern que «Se ha creado la medicina ortomolecular o nutriterapia que pregona un suplemento nutritivo a fin de paliar nuestras deficiencias, sustentar los órganos dañados, frenar el envejecimiento y prevenir la aparición de las enfermedades llamadas de degeneración». Para esta corriente de pensamiento, los suplementos nutritivos son indispensables para compensar la debilidad de nuestra alimentación y de nuestro ritmo de vida: «Parece que un suplemento nutritivo bien dosificado debe formar parte de un plan de higiene de vida que de cualquier forma es importante respetar».

Bibliografía de consulta:

– «Enciclopedia de Medicina Natural», Michel Murray y Joseph Pizzorno, Tutor, Madrid, 1997.

– «Guía de los antioxidantes», Santiago Gubern, Oasis, Manuales Integral, Barcelona, 1997.

– «La nueva supernutrición», Richard A. Passwater, Tutor, Madrid, 1998.

– «Ginkgo biloba», Claudina Navarro, Integral 224, Barcelona, 1998.

– «Eficacia del extracto del ginkgo biloba en la enfermedad de Alzheimer y en la demencia por multi-infarto», Rob Mc Calob, Medicina Holística/Asociación de Medicinas Complementarias 52, Madrid, 1998.

(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 78/79, enero/febrero de 1999)

«Envejecimiento y modificaciones morfológicas y funcionales» (Memoria) & «Curso de Medicina Antienvejecimiento«, Tratamiento antienvejecimiento, Antioxidantes (vitamina C, vitamina E, Ácido Alfa Lipoico, Coenzima Q 10-Ubiquinona, Selenio, Melatonina, Deprenyl, Piritinol, Centrofenoxina, Carnosina, Laetrilo-Amigdalino), Actividad física, Nutrición (alimentos, bebidas, recomendaciones nutricionales: por grupos, por proporciones), Beneficios del tratamiento, El futuro de la medicina antienvejecimiento, Dr Jorge Barros, Medicina Biológica Europa, 20-05-2011

(24 de octubre de 2012)