Mujeres exigen fin de feminicidio en México. Detener femicidio en Guatemala

Todos los días, mujeres y niñas de varias partes del mundo son víctimas del sistema patriarcal.

Son asesinatos, agresiones físicas y sicológicas, abusos sexuales, tráficos y humillaciones solamente por el hecho de ser mujeres.

Los números no dejan duda sobre la gravedad del problema: según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, de enero del 2009 a junio del 2010, 1.728 niñas y mujeres fueron asesinadas en 18 estados de México.

La realidad mexicana no es excepción en América Latina y Caribe.

Panamá, Guatemala, Argentina, El Salvador, Paraguay, Colombia, República Dominicana y Bolivia son otros ejemplos de países en que las cifras de feminicidios preocupan.

Para RSMLAC, varios son los factores y los responsables por la continuidad del feminicidio en la región:

«Estados que omiten y no cumplen su deber de garantizar la vida y los derechos humanos consagrados de las mujeres; sistemas de justicia inoperantes y corruptos que no actúan reiteradamente para identificar, perseguir y castigar a los culpables; además de una sociedad entera que ha permitido el uso y el abuso del cuerpo de mujer, cosificándola como mero objeto. Una sociedad que, sobre todo, ha normalizado y naturalizado la existencia de la violencia sexista como se fuera una circunstancia propia del hecho de ser mujer«.

Por cuenta de ello, la Red demanda, entre otros puntos:

protección y reparación a las víctimas y sus familiares

sanciones para los culpables, y

la desnaturalización de la violencia contra la mujer.

En el comunicado, la RSMLAC convoca aún la sociedad a enviar cartas a los presidentes de países latinoamericanos y caribeños exigiendo el compromiso en proteger la vida y los derechos de las mujeres y niñas.

Acto

En el último día 10, Susana Chávez, poeta y defensora de los derechos de las mujeres fue asesinada en México.

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(imagen: el cuerpo de Susana Chávez yace en el lugar en que fue hallada, asesinada. Fuente: Narcoblog.info).

En el mes anterior, la comunidad mexicana ya había perdido otra activista: Marisela Escobedo y su hija Rubí. Los recientes asesinatos motivaron las feministas a realizar un acto el día 17, por el fin del feminicidio en la región.

La acción, promovida por movimientos feministas de América Latina y Caribe, reunió a activistas y luchadores/as sociales frente a las embajadas mexicanas de diversos países de la región. En Nicaragua, por ejemplo, las manifestantes entregaron una carta al representante mexicano en el país centroamericano con las principales demandas de los movimientos de mujeres.

* Karol Assunção: Periodista de Adital

Cd Juarez Jornadas Camino a La Justicia 08-01-11

(09 de enero de 2011) | Familias y organizaciones marchan de la plaza de armas hacia el puente santa fe para poner listones con los nombres de mujeres desaparecidas y/o asesinadas incluyendo el de Marisela Escobedo.

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25.01.11 – Adital Guatemala, Marielos Monzón **

Detener el femicidio

A Mindi Rodas la conocí en un foro sobre violencia contra las mujeres. Ella fue una de las panelistas y yo la moderadora. Junto a tres sobrevivientes de violencia, Mindi contó su historia, tenía un tapabocas que le cubría el rostro desfigurado por el que fue su esposo. El relato de Mindi me conmovió hasta las entrañas. Su valentía al denunciar a su agresor y llegar hasta las últimas consecuencias en el proceso iniciado para que se le hiciera justicia, su fortaleza para romper el círculo de la violencia y salir de él, su empeño en iniciar una vida digna para ella y su pequeño hijo.

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Mindi narró el calvario que vivió durante años junto a su compañero de hogar: violencia sexual, agresiones físicas y verbales, maltrato y encierros. Un día decidió cortar por lo sano y dejó a su marido.

Él, que como muchos hombres cree que la mujer con quien vive es de su propiedad y puede hacer con ella lo que le venga en gana, decidió vengarse y bajo engaño la subió en un vehículo, la llevó hasta la orilla de un río, la golpeó, la desnudó y con un machete le desfiguró el rostro. Creyéndola muerta, huyó y la dejó tirada a su suerte. Pero Mindi estaba con vida y después de lo sucedido, en lugar de esconderse y no hacer nada, decidió presentar la denuncia en el Ministerio Público.

Al agresor lo metieron preso; valiéndose de un documento con firma falsificada donde supuestamente Mindi desistía de la denuncia, salió libre. Pero ella no se dio por vencida, y con el acompañamiento de la Fundación Sobrevivientes consiguió devolverlo a la prisión y continuó adelante con el proceso.

Cuando finalizó de contar su historia, un sonoro aplauso envolvió toda la sala. Fue una forma de acompañarla, de solidarizarnos con ella, de demostrarle que no estaba sola. Todavía se me pone la carne de gallina cuando recuerdo aquella tarde del foro y las lágrimas de Mindi cubriendo su rostro, pidiendo a las mujeres no darse por vencidas y denunciar la violencia de la que son víctimas. A finales del año pasado, la busqué para hacerle una entrevista.

Me enteré que estaba sometiéndose a un tratamiento para reconstruirle el rostro. Me alegré por ella, me admiré otra vez de su coraje y su perseverancia.

Pero este fin de semana supe que fue asesinada. La mataron en diciembre y la enterraron como XX [[Manifiestamos nuestra solidaridad a la familia de Mindi Rodas, especialmente a su señora madre y su pequeño hijo.

Esperamos contar con el apoyo de la población guatemalteca para avanzar en las investigaciones que nos lleven a los responsables, pues a Mindi le quitaron la vida con violencia, con la misma violencia con la que le quitaron su rostro. La asesinaron por su condición de Mujer.

El debate por el intento de femicidio se mantiene, su muerte no tiene por qué afectar el proceso. Lamentamos profundamente que Mindi no halla logrado ver la justicia. Ella esperaba con ansias ese día.

Nos disculpamos por no habernos pronunciado antes, pero necesitábamos priorizar las investigaciones y el acompañamiento a su mamá y su hijito, y, además, estamos sumamente afectadas, ha sido un inicio de año muy duro por las vidas que la violencia ha quitado.

Leer comunicado completo.]]. La indignación y una tristeza profunda me embargaron.

Mindi murió esperando que se le hiciera justicia, la mataron antes que un tribunal pudiera escuchar su testimonio, porque el juez no aceptó la solicitud de hacerlo como prueba anticipada. Con Mindi son 695 las mujeres asesinadas durante el 2010, el 98% de las muertes causadas por un arma de fuego.

Guatemala sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres y un paraíso para sus asesinos. El año pasado, solamente 86 casos de femicidio ingresaron en el Organismo Judicial (12.38% del total de asesinatos), y se dictaron únicamente 28 sentencias. La impunidad sigue siendo la constante y el mensaje continúa siendo el mismo: aquí, a las mujeres se les mata con odio y con saña por su condición de mujeres, y no pasa nada.

Mindi no estará presente en el juicio que se inicia el 16 de junio por las agresiones que sufrió cuando le desfiguraron el rostro. Pero su lucha, su testimonio, su valentía y su decisión de hacer valer la justicia siguen presentes.

Hoy, Mindi debiera convertirse en un símbolo de la lucha por la dignidad y la no violencia contra las mujeres.

** Marielos Monzón: Periodista de Prensa Libre Guatemala

Fuente: Adital

(27 de enero de 2011)

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