En el invierno –»período de caída del estado de latencia»- destacan como más comunes los problemas respiratorios, por una bajada de la inmunidad, y los problemas reumáticos, propios del frío y la humedad.
El invierno, que disminuye una parte de la energía de todo ser vivo, afecta más especialmente a las personas con menos energía vital: «A quien tiene mucha energía no le supone mayor problema pero, a quien anda escaso, al darle una bajada lo va a notar mucho más». Desde la oligoterapia catalítica, por tanto, el invierno es la temporada más dura para la diátesis 4 o anergia, terreno a tratar con cobre-oro-plata ( Cu-Au-Ag ), oligoelementos también utilizados aún cuando la persona no presente comportamientos anérgicos pero sí una sintomatología crónica o con tendencia a cronificarse.
Así pues, cobran fuerza los problemas relacionados con la inmunidad y la energía vital frente a las infecciones (bacterias, gérmenes, virus… ): «Como vivimos más hacia el interior, los mecanismos de defensa más superficiales se debilitan un poco».
En las diátesis más jóvenes o menos evolucionadas, prosigue Goyo, hay ya una tendencia al llegar el invierno a ciertos padecimientos. Por ejemplo, la fragilidad respiratoria de la diátesis 2 o hiporreactiva, con una sintomatología de bronquitis, faringitis, pleuritis, rinitis, sinusitis, …, al pasar a la diátesis 4 tienden a su cronificación, y muchas de estas enfermedades crónicas se agudizan o dan más la cara en invierno.
A continuación pasa revista a las afecciones más representativas, para señalar que el asma crónica o bronquial no alérgica, la bronquitis , mejora con los oligoelementos Cu-Au-Ag y azufre ( S ) y plantas que estimulan el sistema inmunitario como equinácea, tomillo y ajedrea: «Con cuidado los hipertensos, pues la ajedrea puede subir la tensión arterial, y precaución en los ancianos».
En las anginas que supuran, cavernosas, de los niños, son útiles Cu-Au-Ag , gluconato de cobre ( Cu ) y bismuto ( Bi ), y en fitoterapia equinácea y agrimonia, también propóleo, así como: «Masajear todo el meridiano de pulmón, desde la palma de la mano por todo el brazo».
Para la sinusitis crónica, además de Cu-Au-Ag , en los períodos más agudos puede tomarse Cu varias veces al día y gluconato de azufre ( S ). Y entre las plantas resultan apropiadas, por un lado las inmunomoduladoras o estimulantes de las defensas (equinácea), y por otro las de acción antiséptica muy potente (aceite esencial de tomillo, casi antivírico, y de niaouli, fluidificante y antiséptico de la mucosa nasal). Igualmente, ginkgo biloba, como fluidificante de todo lo que es viscoso, gran antioxidante, útil en Alzheimer, demencia senil y enfermedades con envejecimiento precoz acelerado.
Goyo afirma al respecto: «Si la gente tomara más antioxidantes (selenio, zinc, cobalto, azufre, vitaminas A, C y E, ginkgo biloba), menos problemas tendría, dada su acción preventiva frente al cáncer de cualquier tipo y otras enfermedades degenerativas como Alzheimer, Parkinson, etc., y también como coadyuvante al menos en las autoinmunes (esclerosis múltiple, artritis reumatoide, …)».
En la gripe : «Si a los primeros síntomas (escalofríos, malestar general, …) se inicia la ingesta de gluconato de cobre, hasta 6 dosis diarias (1 dosis = 2 ml.) durante unos días, en un 75% de los casos la gripe no durará más de 4 días, y en el 25% restante al menos disminuirá considerablemente la sintomatología, sin tener que sufrir malestares, dolores, un estado de apaleamiento, …»·. Al tomar Cu por primera vez, previene Goyo, es posible que la persona lo vomite, debiendo esperar uno o dos días antes de que su organismo lo admita.
Para hacer frente a la otitis , oligoterapia similar a la gripe, junto con manganeso cobre ( Mn- Cu ) cuando es de repetición, los oligoelementos Cu-Au-Ag si la otitis es supurada, y en todo caso gluconato de azufre. Asimismo, y en uso externo, aceite esencial de niaouli en un algodón.
Reúmas invernales
Entre ellos y en primer lugar la artrosis, que tiende a agravarse con la humedad y el frío: «Más que dolores muchas veces hay reumatismos progresivos, deformantes o anquilosantes, propios del terreno hiporreactivo a tratar con Mn-Cu . En personas anérgicas, sin apenas reacción de congestión ni dolor, cobre-oro-plata». Otros oligoelementos útiles son magnesio ( Mg ), manganeso ( Mn ), potasio ( K ), fósforo ( P ) y flúor ( F ), siempre con aporte de azufre, y sin olvidarse de los antioxidantes. En el campo de la fitoterapia, cola de caballo (remineralizante), harpagofito (antiinflamatorio), sauce (analgésico), ulmaria (por su riqueza en salicilatos) y algas (por sus propiedades remineralizantes).
Si a la artrosis se une una insuficiencia circulatoria de las extremidades, se obtiene mejoría utilizando ginkgo biloba. Para favorecer la circulación de retorno y como tónicos venosos también son útiles rusco, castaño de indias y hamamelis.
En uso externo, como moduladores de la inflamación si la hay con dolor, se aconseja árnica y caléndula, en forma de compresas calientes de infusiones, extractos o en pomadas que las contengan como ingredientes.
Para la artritis, también de temporada, además del tratamiento similar a la artrosis, son recomendables oligoelementos que actúan sobre la inflamación (manganeso (Mn) o manganeso-cobalto (Mn-Co) por la hiperreactividad que puede haber al manganeso), gluconato de cobre (como antineurítico y antiinflamatorio) y azufre. En cuanto a la fitoterapia, resultan beneficiosas las mismas plantas que para la artrosis.
Por último la artritis reumatoide , autoinmune especialmente en personas muy hiperreactivas: «Frente a esa reacción tan exagerada, manganeso, cobre-oro-plata por el desgaste que sufre, ácidos grasos poliinsaturados (onagra, borraja, …), jugo de cereales (verde de cebada) por su poder alcalinizante y antioxidante, y los citados antioxidantes».
Primavera: comienza un nuevo ciclo
«Como el final de una época coincide con el comienzo de otra, y al invierno le sigue la primavera, desde el punto de vista de la oligoterapia de alguna forma estarían más alborotadas las personas hiperreactivas de la diátesis 1 , hepáticos funcionales según la medicina tradicional china, para la cual la primavera es elemento madera e hígado».
Goyo propone tratar las alergias (conjuntivitis, rinitis, asma, …) con manganeso, azufre, y fósforo para evitar o frenar la reactivación al manganeso. En las urticarias el gluconato de azufre es un buen desensibilizador cutáneo. Y dentro de la fitoterapia son útiles grosellero negro, helenio, marrubio, llantén, fumaria, pensamiento o viola, y especialmente para las urticarias ortiga.
Para disipar posibles dudas con respecto a la ingesta del polen de las abejas: «Suele ser preventivo de las alergias primaverales, no tiene nada que ver el polen ingerido por vía digestiva con el polen que se encuentra en suspensión en el ambiente. Muy raras veces sobreviene intolerancia al polen por vía digestiva. Habría que comenzar a tomarlo mucho antes, en el otoño/invierno».
A la hora de afrontar el dolor de cabeza o migraña primaveral , que de igual modo suele afectar especialmente a los hepáticos funcionales o hiperreactivos: «Siempre manganeso y gluconato de azufre. También conviene llevar a cabo en primavera una depuración del hígado, que puede mejorar o evitar casi todas las alteraciones molestas propias de la época». Entre las diversas plantas susceptibles de ser utilizadas a tal efecto, se proponen desmodium, fumaria y diente de león.
Gregorio Gómez diferencia entre la astenia invernal , propia de las personas anérgicas, y la primaveral de las hiperreactivas. La astenia de la persona anérgica, aunque pueda tener momentos de una mayor vitalidad y energía, hasta de euforia, suele ser total y durar todo el día, y se trata con oligoterapia a base de Cu-Au-Ag y plantas como eleuterococo, ginseng, y romero si no hay hipertensión. Cuando además se asocia un síndrome de ansiedad, se añade litio catalítico : «Muy diferente de las sales de litio u otros fármacos que pueden llegar a ser peligrosos». La astenia de la persona hiperreactiva, en cambio, que se acentúa mucho en primavera, es especialmente matinal, mejora con el ejercicio físico, incluso con euforia vespertina o nocturna, y debe tratarse con los oligoelementos manganeso y azufre.
Goyo afirma, para concluir: «La oligoterapia catalítica es una medicina funcional, obteniéndose buenos resultados. Para otro tipo de alteraciones o problemas, sólo puede actuar como coadyuvante en algunas ocasiones».
La diátesis es una disposición a padecer determinadas patologías, que no necesariamente debe sufrir la persona, en función de factores hereditarios, inmunológicos y comportamentales. La oligoterapia, que utiliza como catalizadores dosis muy pequeñas de elementos minerales para activar distintos procesos metabólicos, permite tratar esa predisposición y corregir trastornos funcionales antes de que lleguen a constituirse como patologías orgánicas.
Remitimos además, como básica, a la Enciclopedia de medicina funcional y oligoterapia (coordinada por Alfredo Embid, Asociación de Medicinas Complementarias de Madrid). Recordamos aquí y ahora las alteraciones y síntomas de las diátesis más sensibles al invierno y la primavera. Por último, algunos oligoelementos relevantes al efecto.
La diátesis 4 (anergia) presenta astenia global y profunda, hipersensibilidad al frío y al invierno y disminución de la vitalidad y de la capacidad defensiva frente a la infección (afecciones víricas, infecciones agudas y subagudas recidivantes, otitis supuradas, anginas purulentas, reumatismo articular agudo, cefalea psicógena, …). Como oligoelementos para tratarlas, cobre-oro-plata ( Cu-Au-Ag ).
La diátesis 2 (hiporreactiva), por su parte, sensibilidad respiratoria especialmente bronquial y pulmonar (-itis respiratorias y asma no alérgico) y una tendencia a reumatismos progresivos, deformantes o anquilosantes poco dolorosos. Se trata con los oligoelementos manganeso-cobre ( Mn-Cu ).
La diátesis 1 (hiperreactiva) presenta, en cambio, astenia matinal y migrañas oftálmicas y digestivas en la frente y sienes, eccemas alérgicos, urticaria, asma alérgico, rinitis repetitivas alérgicas y alteraciones hepáticas. Como oligoelemento, el manganeso ( Mn ).
Cobre ( Cu ): acción antivírica, antiinflamatoria y antineurítica. Protector de la mucosa gástrica. Influye favorablemente en el metabolismo, almacenamiento y mantenimiento del hierro en las anemias ferropénicas.
Azufre ( S ): gran drenador del hígado, vías hepáticas y biliares, y de las mucosas. Muy importante para la piel y gran desensibilizador cutáneo. Buenos resultados en las intolerancias alimenticias.
Fósforo ( P ): útil en espasmofília e hipoparatiroidismo o espasmos de todo tipo, problemas del metabolismo del calcio, que tiende a disminuir su cantidad en sangre aumentando la densidad ósea, suelen aparecer dolores musculares y espasmos de los miembros (sin poder cerrar o abrir las manos, los pies, los párpados) o cataratas por el depósito de calcio en el cristalino.
(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 100, enero de 2001)