Para la reflexoterapeuta Dña. María Teresa Miranda Rayo , la reflexología es una terapia de
medicina natural que se basa en que: «Todas las terminaciones nerviosas se prolongan y llegan hasta el pie,
en él se refleja todo el cuerpo, se estimulan los órganos del cuerpo directamente a través
del pie. Lo físico. Y también salen y se tratan las angustias, los miedos, los problemas, …,
que quedan grabados en el pie. Por tanto, se provoca una mejora corporal, que también
repercute en el estado general del organismo. Todos los dolores del pie expresan o reflejan
una disfunción a nivel corporal, el pié llama la atención sobre cualquier disfunción que puede
haber en el organismo. Cualquier problema o enfermedad puede ser tratada a través de su
reflejo, en el área refleja, en el pie».
Recogiendo sus palabras: «Siempre produce un efecto relajante, es lo primero que la
persona que recibe el masaje nota, válido por tanto para la depresión, los estados de ansiedad
y estrés, … El masaje podal produce que todo el organismo se sienta bien. Estimula la
energía vital y mejora la circulación sanguínea y linfática, equilibra las transmisiones
nerviosas, favorece la respiración y nutrición celular. Alivia el dolor, estimula las defensas
del organismo y regula las funciones orgánicas, glandulares y hormonales».
También se movilizan todas las sustancias no asimiladas que se van acumulando en el
organismo (catabolitos, calcificaciones, ácido láctico, uratos, materiales de desecho de
la respiración celular, etc.), para conseguir o bien su reabsorción por el cuerpo o bien su
depuración y eliminación en el caso de toxinas o elementos tóxicos.
Otros efectos son
aumento de la cantidad de orina y del movimiento intestinal, aumento de la expulsión de mucosa y
estornudos si hay catarro, del sudor y en general de las secrecciones corporales.
La reflexoterapia hace más efecto si no se toma medicación: «Los
medicamentos que alteran el sistema nervioso» –analgésicos,
calmantes, relajantes, ansiolíticos, estimulantes)– «hacen que la
eficacia y efecto terapéutico del masaje reflejo sea menor».
En
cambio, afirma Teresa Miranda: «Hay personas a las que no se
puede dar un masaje corporal (niños, gente muy mayor, personas
que no lo admiten, …) y sí pueden recibirlo a través de un masaje
del pie».
Como únicas contraindicaciones, más bien alteraciones
temporales, la terapeuta señala: «Una persona recién operada
mientras el médico no le dé el alta, o si hay trombos en relación a infartos, o con fiebres muy
altas ya que podría ocurrir que el organismo respondiera subiendo aún más la temperatura,
por lo que habría que proceder primero a bajar su temperatura corporal. En cambio, en los
casos de piedras en la vesícula, que puedan ir al páncreas, o de piedras en el riñón, el
masaje reflejo podal sí favorecería su eliminación, no se perjudicaría a través de una zona
refleja a no ser que se insistiera activando esa zona».
En el caso del asma, de la falta de aire y de respiración: «consecuencia de las losas que
tenemos encima», se produciría un mejor funcionamiento y ventilación pulmonares, que trae
como resultado que la persona se relaja y consigue dormir mejor.
Se activa la circulación
sanguínea, hay una mejora en los problemas cardiovasculares, las varices, las hemorroides, …: «Especialmente
cogiéndolos a tiempo, y para que no salgan más. Al mejorar la circulación, también mejora
el sistema linfático, la celulitis que no es sino, en parte, un problema de mala circulación, …».
Manipulador de raíces
Como: «El pie son las raíces de nuestro cuerpo», a Mª Teresa Miranda Rayo le seduce la
imagen de las y los reflexoterapeutas como «Manipuladores de raíces» puesto que a través
del masaje podal «Se mueve todo, los sentimientos, …, se remueve todo por dentro, el
desbloqueo emocional, el llanto, la sensación de liberar y romper el bloqueo, …».
Habla del
llanto que a veces sobreviene al trabajar las zonas reflejas, una terapia que
vá mucho más allá de lo puramente físico.
Aunque «Cada pie, cada cuerpo, cada órgano
de cada persona es bien diferente, el sudor de los pies expresa mucho más que el propio
sudor, …, el pie llora».
La abertura, la forma, … del pie expresa también aspectos psicológicos, los dedos y las
uñas son expresión de la globalidad, de la totalidad, de los aspectos psicológicos de la
persona, todo ello conforme a una concepción holística de la persona y de la salud.
Para concluír con ejemplos concretos y prácticos de mejoras, se refiere a las producidas «Al
quitar la tensión en la columna vertebral, cervicales y dorsales, y en los dolores de huesos».
También en los casos de menstruación dolorosa, síndrome menstrual, en la menopausia,
puesto que con la reflexoterapia: «Hay una estimulación hormonal y se toca directamente la zona y
toda la parte asociada».
O, cuando hay estreñimiento: «El trabajo directo en la zona funciona
muy bien, como algo inmediato», sin por ello olvidarse de la necesidad de modificación de
los hábitos alimentarios.
Si hay esguinces, traumatismos del pie y roturas: «A pesar de las
escayolas, sí se puede trabajar la zona refleja y disminuir el período de rehabilitación y sus
complicaciones posteriores».
Para aplicar un masaje terapéutico es necesario un medio lubricante para no irritar la piel.
Además, las plantas tienen principios activos que facilitan la recuperación de la salud.
De
ahí, la utilización en el masaje reflejo de un aceite vegetal (almendras, sésamo, pepita de
uva, …) como base, al que se añade la esencia o aceite esencial de plantas, por ejemplo,
espliego, melissa y romero, que combinan bien entre sí, aportando beneficiosos efectos a
la mezcla, a la que dotan de un agradable aroma.
(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 83, junio de 1999)