Virus y masiva desaparición de las abejas. Veneno de abeja para la artritis

Los investigadores, bajo la dirección de May Berenbaum, realizaron análisis genéticos de los intestinos de las abejas, pero éstos no revelaron expresiones elevadas en los genes que responden a pesticidas. De igual modo, los genes vinculados a la respuesta inmune tampoco mostraron un patrón de expresión claro, a pesar del aumento en la presencia de virus y otros patógenos en las colonias con CCD.

Lo que sí hallaron en los intestinos de las abejas de estos enjambres fue una abundancia de fragmentos del ribosoma, la estructura que fabrica proteína dentro de la célula. Los científicos, que han divulgado las conclusiones de su estudio en la publicación especializada Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), afirman que el descubrimiento sugiere que la producción de proteína podría estar comprometida en las abejas con CCD.

«Culpables diminutos»: Los virus, responsables también de la muerte de las abejas

A los microbios responsables de ese aumento de fragmentos del ribosoma en los intestinos de las abejas de las colonias afectadas por el denominado desorden de colapso, se les conoce como virus tipo «picorna»; término compuesto de pico (=diminuto), y ARN (ácido ribonucléico). Los virus implicados incluyen el «virus de ala deforme» y el «virus israelí de parálisis aguda».

La directora del equipo de investigadores, May Berenbaum, declaró a BBC: «Estos virus tipo picorna atacan el mismo sitio a la vez». Los científicos creen que si varios virus tipo picorna atacan simultáneamente, podrían abrumar los ribosomas y causar el colapso de la colonia.

«Lo que hacen es llegar hasta el ribosoma y, en lugar de producir proteínas de abeja, producen proteínas de virus. Lo que parece suceder es que el ribosoma se desgasta. Así que buscamos si las abejas de las colonias con CCD tenían más de estos virus que las abejas saludables. Y resultó que sí», explicó la profesora Berenbaum. «Lo que tenemos que hacer ahora es encontrar cómo múltiples virus pueden interactuar con el ribosoma», concluyó.

Polinización apícola

Las abejas productoras de miel son clave en la polinización de la agricultura [[La apicultura tiene un claro y beneficioso impacto medioambiental, ecológico, de polinización, de equilibrio: «Hay flores que sólo se polinizan gracias a las abejas, por ejemplo la producción de kiwis es imposible si no hay abejas. En cualquier explotación agrícola la introducción de abejas en los cultivos mejora la calidad y la cantidad de la producción, así sucede con los frutales también«. Einstein decía que si las abejas desapareciesen de la tierra los días del hombre estarían contados. En efecto, «Los insectos son un eslabón fundamental en la cadena trófica del ecosistema, un factor muy importante por tanto en la cadena alimenticia«: Propiedades de la miel.]]. Como tal, tienen un valor estimado de 14.000 millones de dólares anuales en la economía de los Estados Unidos.

CCD fue indentificado por primera vez en 2006. En el invierno de 2007 a 2008, más de una tercera parte de las abejas en EE.UU. desaparecieron. Pérdidas similares fueron registradas en Europa, aumentando las sospechas de que CCD es un problema global.


Empresa neozelandesa quiere comercializar veneno de abeja para aliviar el dolor artrítico

Asimismo según BBC Ciencia de 03/07/2009, la empresa «Nelson Honey & Marketing», de Nueva Zelanda, está buscando la aprobación de la Unión Europea (UE) para comercializar el veneno de abeja como tratamiento para aliviar el dolor ocasionado por la artritis.

La compañía neozelandesa asegura que dos cucharaditas diarias de su miel «aderezada» con veneno extraído de las abejas tiene poderes anti-inflamatorios sobre las articulaciones. El uso del veneno de abeja en el tratamiento de la artritis no es nuevo: algunas clínicas ofrecen como terapia las picaduras de abeja. Y la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido está considerando analizar la terapia en los próximos meses.

La miel de Manuka con veneno de abeja adicionado está disponible en Nueva Zelanda, bajo la denominación de Ease Nectar, desde hace 13 años y sus creadores aseguran que ha demostrado ser extremadamente segura. El producto contiene una mezcla de miel del árbol Manuka —nativo de Nueva Zelanda— y veneno seco de la abeja Apis mellifera extraído de ésta mediante máquinas eléctricas que envían impulsos para estimular la picadura de las abejas obreras a través de una película de látex en un recolector de vidrio.

Beneficios de la apiterapia, y escepticismo «científico»

La etiqueta del Ease Nectar advierte a los consumidores que deben iniciar el tratamiento con una ingesta de un cuarto de cucharadita al día, e incrementar la dosis hasta una o dos cucharaditas, según sea necesario. También advierte que las personas alérgicas a la miel o al veneno de abeja, deben obtener la aprobación de un médico antes de su uso, y que no debe administrarse a niños menores de 12 meses de edad.

Aunque la miel a lo largo de la historia ha sido reconocida y apreciada en muy diversas culturas por sus propiedades curativas Miel ecológica, la Campaña de Investigación de la Artritis mantiene pertinaz escepticismo sobre las propiedades benéficas del veneno de abeja en el tratamiento de la enfermedad. Alan Silman, médico en jefe de la campaña, ha afirmado: «Recientemente hemos elaborado un informe sobre la eficacia de las medicinas complementarias en el tratamiento de los tipos comunes de la artritis, basada en la evidencia científica disponible, y el veneno de abeja no figuraba, ya que no se han hecho investigaciones con este producto. Como resultado, es difícil postular la acción del veneno de abeja o la forma en que se supone que funciona, porque toda la evidencia disponible es totalmente anecdótica«.

(29 de agosto de 2009)